El magistrado Jorge Pretelt llegó condenado al proceso que se le adelantó en el Congreso de la República, gracias al “juicio mediático” que se adelantó tan pronto el país conoció la grabación en la que el abogado Víctor Pacheco hablaba con el magistrado Luis Ernesto Vargas de la solicitud de 500 millones de pesos para sacar adelante la tutela interpuesta por Fidupetrol.
Sin fórmula de juicio, el país empezó a demandar la cabeza de Pretelt. De nada valieron sus explicaciones ni mucho menos las pruebas que a lo largo del proceso fueron allegadas y que demuestran que Pretelt no cometió el delito de que se le acusa.
LOS IRREVERENTES enumeran las 5 principales evidencias que ponen de manifiesto que el proceso contra Pretelt está erigido sobre bases falaces, lo cual permite concluir que contra el magistrado lo que existe es una persecución política.
Pretelt no estuvo de acuerdo con la tutela de Fidupetrol: Cuando una tutela llega a la Corte Constitucional, una sala que está integrada por dos magistrados se encarga de estudiarla y decidir si merece o no la pena proceder a su selección. Los magistrados que intervinieron en la selección de la tutela de Fidupetrol fueron Jorge Iván Palacio y Alberto Rojas Ríos. En ese punto hay un dato que resulta muy interesante. A pesar de no haber participado en la selección de esa tutela, el despacho del magistrado Pretelt conceptuó que la misma no debía ser seleccionada. No obstante, los magistrados Palacio y Rojas, procedieron a su selección.
Las diferentes versiones de Pacheco: A lo largo de esta historia, el abogado Víctor Pacheco ha dado distintas versiones sobre el supuesto soborno. Primero, dijo que Pretelt le había comentado que los 500 millones eran para el magistrado Mauricio González, quien era la persona a la que le correspondería preparar la ponencia de la tutela. Pacheco aseguró que el soborno debía pagársele a la exesposa de González, Marcela Monroy. Luego, Pacheco dijo que él no le había entregado ni un centavo a Pretelt ni a González ni mucho menos a la señora Monroy. El abogado, en otra de sus versiones aseguró que la única vez que habló con Pretelt de esa tutela, el magistrado lo había frenado en seco y le había exigido que saliera de su oficina.
Pacheco nunca ratificó la denuncia: Cuando la Comisión de Acusaciones citó a Pacheco para que rindiera testimonio, éste se abstuvo de confirmar su denuncia. Cuando el investigador le preguntó si era o no cierto que Pretelt le había pedido dinero, el abogado guardó silencio y no quiso responder.
Nadie supo del soborno: Cuando los investigadores preguntaron a los dueños de Fidupetrol si en algún momento Pacheco les informó de la solicitud de los 500 millones por parte de Pretelt, todos ellos, sin excepción alguna, aseguraron que el abogado jamás les comentó ese asunto.
La prueba reina: Aunque la inocencia no tiene porqué demostrarse en un Estado social de Derecho, hay un elemento que se constituye en la prueba reina de la inocencia de Pretelt. Víctor Pacheco aseguró que el 18 de septiembre de 2013, a las 12 del día, el magistrado lo había citado en su apartamento donde se reunió con él por especio de 15 minutos y le planteó el soborno. Con evidencias físicas, se pudo demostrar que esa reunión no tuvo lugar. Estos son los hechos:
- El 18 de octubre de 2013, el magistrado Pretelt estuvo en su oficina en el Palacio de Justicia hasta las 11.41 de la mañana, hora en la que está registrada la salida de su vehículo en el que viajaban él, sus dos escoltas y una asistente.
- A las 12.15 del día de ese 18 de octubre de 2013, se registra el ingreso del magistrado Pretelt al club El Nogal, lugar en el que permaneció hasta pasadas las 11 de la noche.
- Entre el Palacio de Justicia y el club El Nogal hay una distancia de 8.4 kilómetros, la cual fue recorrida por el magistrado en 34 minutos, tiempo que toma un desplazamiento desde el centro hasta el norte de Bogotá.
- Los 3 acompañantes de Pretelt declararon, bajo gravedad de juramento, que durante el viaje no se detuvieron ni en el apartamento de Pretelt ni en ningún otro lugar.
- La empresa de seguridad del edificio en el que habita Pretelt certificó que el 18 de octubre de 2013, el señor Víctor Pacheco no ingresó al complejo residencial. Así mismo, no existe ningún registro en las cámaras de seguridad ni el testimonio de alguna persona que pueda dar fe que Pacheco sí estuvo allí.
Uno de los aspectos más exóticos del caso Pretelt se encuentra en el propio escrito de acusación que elaboró el representante investigador Julián Bedoya y que fue aprobado por la plenaria de la Cámara de Representantes. En uno de sus apartes, se lee textualmente que no existe una sola prueba que permita inferir que Pretelt Chaljub solicitó los 500 millones de pesos a Fidupetrol.
Los mitos sobre el caso Pretelt abundan. Las realidades se encargan de desmentirlos, pero el país político, los grandes medios de comunicación y el gobierno no han cedido en su empeño de acabar con Pretelt, persona que les resulta bastante incómoda en estos tiempos de unanimismo donde todo aquel que no se ciña a la agenda oficial es borrado del mapa al precio que sea.
@IrreverentesCol