Ahora ser imparcial es estar en contra, cuando hasta donde yo sé, imparcialidad significa justicia; o estás conmigo o no sirves.
Hemos llegado a un punto en que la lógica, lo obvio, ya casi no sucede. Los partidos políticos se han amarrado así mismo con tantas vueltas, que es difícil deshacerlas.
Hoy se hace caso a lo que un grupo del partido dice. El que está de moda, el que más grita, el que tiene la plata, o una combinación de las anteriores. No importa si es bueno o malo, simplemente se sigue sin objeción.
Quienes no se sumen, son calificados de disidentes, indisciplinados y otra cantidad de adjetivos, con tal de justificar la motivación del grupo.
Los intereses individuales se han ido sumando en los partidos, hasta causarles un daño tremendo y por consiguiente a la sociedad. Observa uno como las personas se mueven de un lado a otro según les convenga o lo convenzan, sin detenerse a pensar que es lo mejor para el país o para el partido al que pertenecen. Lo natural, la solución que sirve es despreciada, si no complace los intereses individuales de ese grupo que se cree el más poderoso, no necesariamente el mejor ni el más adecuado.
Todos vamos cayendo en este juego perverso que al tiempo va llenando de sinsabores individuales porque en el fondo del alma se sabe que así no es. Hasta que llega el día en que el grupo explota y vuelve y se divide en muchos grupos hasta llegar a muchas divisiones que se alejan del deber ser por estar buscando lo que a cada uno conviene. Así, poco a poco nos vamos resquebrajando, olvidando la razón por la cual nos unimos alguna vez. O sea, las necesidades reales dan paso a las personales de poder que no llevan a ningún lado distinto que la división.
Ser imparcial es pecado, casi que se tiene uno que ubicar en algún lado para tener voz. Resulta, que ahora ser imparcial es estar en contra, cuando hasta donde yo sé, imparcialidad lleva a justicia. O estás conmigo o no sirves, como únicas opciones a escoger.
Así mismo, decir las cosas de frente se ha vuelto malo, es ser conflictivo, es no apoyar lo que algunos apoyan, una cantidad de justificaciónes para encubrir a los que no salen de su zona de confort aparentemente, para hacer todo por debajo como dicen en mi tierra o para quedarse en ese status quo que les permite permanecer con poco esfuerzo donde están. Qué triste que se esté perdiendo la posibilidad de hablar con franqueza y le hayamos dado paso a una serie de maquinaciones disfrazadas de diplomacia.
No importa si se tiene la razón. Lo que importa es si estás de mi lado o no. O sea los valores, los principios, la equidad, quedan de lado por los intereses de cada cual. Capaces de dañar el rumbo de un país, de un partido, de un programa, de lo que sea por la vanidad de ganarle al otro, no importa en qué ni porque.
Abraham Lincoln en su gran sabiduría decía que una casa dividida en sí misma no se mantiene de pie. Se desbarata porque las divisiones la estropean y fracturan de tal manera que se derrumba. Por eso es indispensable buscar la unión, salvar la unión.
Los partidos se han dedicado a combatir sin argumentos, solo por gustos, sin ninguna profundización de lo que se discute. Hoy se argumenta con ignorancia, no con pensamiento crítico.
La verdad, la lealtad y la gratitud ya no importan, valen los insultos, las amenazas, la censura a la prensa y a quienes hacen parte de los grupos casi que se le prohíbe pensar. Vivimos en una paranoia que nos hace señalar que todo lo que hace quien no esté conmigo es malo. La misma inseguridad de estos grupos hace que encuentren en la mentira la salida para argumentar.
Desafortunadamente esa ley natural que dice que todos debemos permanecer en la bondad y el buen trato cada día es más escasa. No se nos puede olvidar que todos los retos que nos pongamos se cumplen, solo si salen de nosotros mismos.
Tenemos que cambiar y hacer de Colombia y los partidos políticos, ¡temas fáciles de defender!
P.D. Unir y sumar hace parte de la vida del Expresidente Álvaro Uribe Vélez, que bueno aprender de él. Lo digo y confirmó porque me consta. Todas sus votaciones son fruto de sumar y de ser coherente con lo que piensa.
@AliciaArango