Se desploma el castillo de naipes erigido por la falsa analista Natalia «Springer». La fiscalía avanza rápidamente en la investigación.
El epílogo de La Tocarruncho
Como lo han venido informando desde hace bastantes días LOS IRREVERENTES, la justicia está determinada en investigar y castigar uno de los más intolerables actos de corrupción registrados en tiempos recientes: los contratos multimillonarios asignados a dedo a favor de la cuestionada ex analista Natalia Lizarazo García, quien usa el nombre comercial de “Natalia Springer Von Schwarzenberg” y que es conocida en la comunidad bajo el alias de “La Tocarruncho”.
Se ha podido confirmar que la investigación avanza a pasos agigantados desde que el doctor Néstor Humberto Martínez asumió el cargo de Fiscal General de la Nación y se dio la orden de investigar a fondo el objeto de esos contratos y, sobre todo, los informes finales de los mismos.
¿Venta de humo?
Dado que el exfiscal Montealegre y su segundo, Jorge Fernando Perdomo dieron la insólita orden de proteger los resultados del trabajo de “Springer” como si se tratara de un secreto de Estado, muy pocas personas han podido conocer el resultado de los mismos.
Aquellos que han podido leerlos coinciden en que los informes presentados por la contratista están cargados de lugares comunes, generalidades y cifras que fácilmente pueden encontrarse en Internet, razón por la que han dicho que ella lo que hizo fue venderle a la Fiscalía una bolsa llena de humo.
El equipo fantasma
Al cuestionarse el multimillonario monto de los contratos, el exfiscal Montealegre explicaba que junto a “Springer” trabajaba un equipo multidisciplinario del más alto nivel, integrado también por expertos internacionales de vasta experiencia.
Desde el momento en que estalló el escándalo, LOS IRREVERENTES pudieron confirmar que el tal equipo de “Springer” no existe. En la empresa que ella creó para poder suscribir los contratos con los que se enriqueció rápida y fabulosamente sólo trabajaban ella, su hermana Ana María que es diseñadora gráfica, su cuñado que es ingeniero de sistemas, una secretaria y dos practicantes universitarios a los que les pagaba el sueldo mínimo.
La liquidación de la empresa
Ha trascendido que “Springer” devolvió la oficina que tenía alquilada en la carrera 7 con calle 71 y que figuraba como dirección para notificaciones judiciales de acuerdo con el certificado de la Cámara de Comercio.
La cuestionada exanalista, el 17 de junio de 2011 creó la empresa “Springer Von Schwarzenberg Consulting Services S A S” y desde entonces empezó a contratar con el Estado, a pesar de no tener el tiempo de experiencia que la ley le exige a las empresas que quieran celebrar contratos con entidades oficiales.
Descubierta la tramoya de “Springer”, como era natural, la empresa que servía de fachada cayó en desgracia al punto de que ésta se encuentra en proceso de liquidación.
La junta directiva
“Springer” registró a su empresa con una junta directiva integrada por 3 personas, a saber: su hermano Juan Fernando Lizarazo García, el señor Luis Eduardo Rodríguez Acosta (compañero permanente de su hermana Ana María Lizarazo García) y cierra la lista el abogado Víctor Javier Velásquez Gil, éste último hijo del repudiado ex magistrado auxiliar Iván Velásquez, cerebro de muchos montajes judiciales contra personas cercanas al uribismo.
LOS IRREVERENTES han podido confirmar con la Fiscalía General de la Nación que los miembros de la Junta directiva de la empresa de “Springer” serían, en primera medida, llamados a entrevista con el fin de aclarar algunas dudas que tienen los investigadores.
Empacando maletas
Una persona cercana “Springer” se comunicó hace algunas horas con LOS IRREVERENTES para informar que la investigada contratista había tomado la decisión de salir de Colombia con destino desconocido. En múltiples ocasiones, ella había advertido que si su situación judicial se enredaba, huiría a Austria donde estaría a salvo dado que Colombia y aquel país no han suscrito un tratado de extradición.
Memoria: los crímenes de las Farc:
@IrreverentesCol