El precandidato Iván Duque se despacha con LOS IRREVERENTES, dialogando sobre el Plebiscito, Gaviria, el CD y el futuro del país.
LOS IRREVERENTES: ¿Como ve usted las Declaraciones de César Gaviria donde dice que si gana el NO las FARC regresan al monte y continúa las guerra?
IVÁN DUQUE MÁRQUEZ. Me parece que demuestra que la campaña del SÍ será una campaña de miedo, donde quieren venderle al país un falso dilema de paz Vs. guerra. Igualmente es muy grave que un expresidente y el presidente Santos le digan al país que la consecuencia de escuchar al pueblo sea el terror.
Aquello sólo demuestra que si no se hace lo que las Farc quieren, el gobierno no está en capacidad de garantizar la seguridad en el país y que la fuerza pública se ha debilitado. Además poner esta elección en el falso dilema de paz Vs. guerra viola el artículo 22 de la Constitución que define la paz como un deber y derecho de obligatorio cumplimiento. Bajo ese principio la paz como derecho no está en discusión; esta es una elección donde los colombianos diremos si nos gustan o no los acuerdos de La Habana.
L I. ¿Entonces esa es la razón por la que Gaviria y Santos están diciendo que los acuerdos no pueden ser modificados?
I D M. Exactamente. Con el NO, los ciudadanos estamos pidiendo que se corrijan graves errores que existen en los acuerdos y así estaríamos asegurando una paz sostenible basada en la legalidad. El NO pide que exista cárcel para los máximos responsables de delitos de lesa humanidad, que no se dé elegibilidad política a los responsables de esos crímenes y otros delitos como el narcotráfico; que las Farc sean obligadas a entregar su fortuna criminal para la reparación de sus víctimas, que no se igualen las fuerzas militares y de policía con las FARC en su cadena de mando y sus circunstancias operacionales, etc. El NO es el pronunciamiento para que los ciudadanos digan libremente si los acuerdos le convienen o no al país.
L I. ¿Usted qué opina de la tesis de Santos y Gaviria, según la cual la paz necesita tragarse sapos?
I D M. Es lamentable ver a un expresidente más preocupado por que el país se trague el sapo de la impunidad a que las Farc sean obligadas a aceptar la legalidad. La paz empieza porque los máximos responsables de la guerrilla acepten que cometieron crímenes de lesa humanidad que requieren condena y posterior reclusión en centro penitenciario. Por supuesto que en aras de la negociación hemos propuesto desde el Centro Democrático reducciones sustanciales de la pena y reclusiones alternativas como colonias agrícolas. Sencillamente el pueblo tiene el derecho a decirles a las Farc que ser pillo no paga.
L I. ¿Qué opina de la tesis de Gaviria según la cual ustedes los uribistas sólo quieren una justicia que aplique venganza?
I D M. Eso es absurdo y trata de tergiversar la realidad. Colombia firmó el Estatuto de Roma en 1998 y lo ratificó en el año 2002. Lo hizo junto a 123 países para que no queden impunes delitos como el genocidio, el reclutamiento de menores, los abusos sexuales sistemáticos contra la mujer, las retenciones ilegales de personas, etc. Ese estatuto en su artículo 77 habla de condenas carcelarias y hace parte de nuestro bloque de Constitucionalidad. Permitir que los Cabecillas de las Farc no paguen cárcel por esos delitos si “dicen la verdad” es una burla a nuestra Constitución, al Derecho Internacional y a los principios elementales del Estado de Derecho.
L I. ¿No la parecen desproporcionados y desajustados de la realidad los cuestionamientos morales que ha hecho César Gaviria del proceso que se adelantó en el gobierno del presidente Uribe con los grupos de autodefensa?
I D M. El Presidente Gaviria parece haber olvidado que fue él, como secretario general de la OEA, quien respaldó el proceso a través de una rigurosa Misión de Observación que garantizó los principios de desarme, desmovilización y reincorporación a la vida civil. Además, en su momento, él respaldó el marco normativo de la ley de Justicia y Paz.
Ese proceso se hizo asegurando que los máximos responsables tuvieran penas alternativas de prisión entre 5 y 8 años; se suspendía más no se prohibía la extradición y no se crearon instituciones a la medida de los grupos armados ilegales. Sería mejor que el presidente Gaviria dijera porqué como secretario de la OEA aceptó unos estándares que no serán aplicados a las Farc para garantizar que paguen los máximos responsables por sus violaciones a las normas rectoras del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
L I. ¿Pero Gaviria dijo que Uribe negoció con los escuadrones de la muerte y que eso amerita que si la CPI abre investigaciones en Colombia debe empezar por revisar el proceso con las AUC?
I D M. Veo allí muchas inconsistencias. ¿No fue acaso el gobierno Gaviria el que negoció con los carteles y sus abogados los Decretos 2047 y 3030, la prohibición constitucional de la Extradición e inclusive sus condiciones favorables de reclusión para los capos de la mafia? Además, ¿no fue en su gobierno donde se dio una expansión de los grupos paramilitares en el Magdalena Medio y otras regiones del país? Tildar de paramilitar al gobierno que enfrentó a las autodefensas ilegales, las sometió a la justicia e inclusive extraditó a sus principales jefes, es algo absurdo.
L I. No ha contestado mi pregunta ¿Va la CPI a abrir investigaciones por el proceso con los Paras?
I D M. La CPI no cuestionó el proceso con las AUC porque vio sanción carcelaría para los máximos responsables y la defensa de los principios de verdad, justicia y reparación. Ahora: si quedó alguna sanción pendiente para algún miembro de ese grupo armado ilegal, no veo inconveniente alguno con que se exija la actuación del gobierno colombiano o la propia intervención de oficio de la Corte. Lo que no tengo duda es que la CPI tendrá siempre la potestad de perseguir a los máximos responsables de las Farc que se beneficien de lo que José Miguel Vivanco ha denominado una piñata de impunidad. Inclusive si la CPI no lo hace lo harán otros países bajo los principios de Jurisdicción universal.
L I. Hablemos de asuntos de la política doméstica. Se está rumorando que el doctor Óscar Iván Zuluaga vetó el nombre de Alicia Arango para que sea ella la nueva directora del Centro Democrático.
I D M. Yo no me refiero a rumores. No creo que nadie pueda vetar a Alicia Arango para un cargo tan importante. Ella es una mujer probada y con éxito en la administración pública; jugó un papel protagónico en la campaña presidencial del partido y la fundación del mismo. Su nombre para mí es sinónimo de garantías, seriedad, cumplimiento y gestión transparente. Sería lamentable que la pequeña política impidiera tener a alguien de esas calidades al frente del Centro Democrático.
L I. ¿Siente usted que existe una guerra interna al interior del Partido donde se están vetando nombres como el de Fernando Alameda? ¿Está usted exigiendo nombres para la Dirección del Partido?
I D M. Tengo mucho respeto por Fernando Alameda. Ha sido un luchador de la política y ha venido haciendo una labor importante para difundir el legado del presidente Uribe. Creo que su nombre, como el de Alicia Arango en una Dirección plural fortalece nuestro partido. Yo odio la pequeña política que se hace con intrigas y vetos. Yo no quiero ver testaferros ni servilismo a favor de los precandidatos en la dirección del partido. Creo en una Dirección pequeña, gerencial y que tenga como objetivo sacar al Centro Democrático victorioso en las elecciones de Congreso y Presidencia en 2018.
L I. ¿Pero usted se sentiría cómodo con una dirección donde Zuluaga imponga una convención para escoger el candidato en contra de su propuesta de una Consulta Abierta?
I D M. Yo no creo en las convenciones y nunca me han gustado como mecanismo para escoger candidatos. Eso es propio de los partidos viejos donde priman las componendas de grupúsculos y no la capacidad de aglutinar al país. Creo en las consultas abiertas porque le dan una fortaleza democrática a los partidos y espero que ese sea el camino del Centro Democrático. Una Dirección independiente debe llegar a ese mecanismo. Tanto Carlos Holmes Trujillo como yo creemos en un mecanismos totalmente democrático, abierto y transparente. Me sorprendería que Oscar Ivan Zuluaga no lo aceptara, mucho más después de haber sido candidato Presidencial.
L I. ¿No teme usted que las guerras sucias o las descalificaciones personales destruyan la selección del candidato del Partido?
I D M. Yo no necesito descalificar a nadie ni apelar a guerras sucias para defender mis ideas y mis convicciones. Voy a presentar propuestas labradas en el diálogo popular con los talleres Construyendo País para compartir una visión moderna de Colombia. Tengo mucho respeto y aprecio por los otros dos precandidatos del partido, Carlos Holmes Trujillo y Óscar Iván Zuluaga.
L I. ¿Cómo asegurar que haya imparcialidad en el partido si la nómina del mismo fue creada y sus cargos designados por uno de los actuales precandidatos?
I D M. Jamás me he metido con la nómina y las estructuras del Partido. Espero que una dirección plural y pequeña asegure la total imparcialidad de las directivas y adelante una necesaria reingeniería administrativa. También debo decir que mientras exista Consulta Abierta todas las garantías están aseguradas, frente a las componendas y trapisondas que salen a flote en mecanismos cerrados.
L I. ¿Cree usted que el proceso con las FARC definirá las elecciones?
I D M. Los desafíos de Colombia no empiezan ni terminan con una minoría armada como las Farc. El Gobierno Santos los ha puesto en el centro de la historia y eso no puede ser así. Yo creo que para el país que queremos construir debemos presentar una agenda de recuperación económica que estimule la generación y expansión de empresas como el detonante de más puestos de trabajo y más empleos formales. Esa agenda debe ir acompañada de una lucha frontal contra la corrupción y la politiquería y un mejor calidad y focalización de los programas sociales.
L I. ¿ Qué propone usted en materia de lucha contra la corrupción y la politiquería?
I D M. Una reforma integral al financiamiento de la política que incluya cárcel para los políticos que se vuelen los topes de sus campañas. Una reestructuración al régimen de contratación directa, límites a la ingerencia de los contratistas en las campañas, examen milimétrico a las licitaciones con único proponente, mayor transparencia en los procesos derivados de discrecionalidad y monopolios de información de los funcionarios y, por supuesto, ponerle coto a la mermelada.
L I. ¿Ponerle coto a la mermelada. No es mejor decir que hay que acabar con ella?
I D M. Hay que ponerle coto y le explico porqué: los Congresistas deben pedir para sus regiones de manera abierta y transparente y no de manera transaccional. Eso se hace en la discusión presupuestal y con audiencias públicas previas, además de proyectos debidamente evaluados. Los buenos proyectos no serán de los áulicos del gobierno sino de quienes presenten las mejores iniciativas dentro de unos límites acordes con el marco fiscal de la nación.
L I. ¿Cuál es su mayor diferencia con los otros Precandidatos?
I D M. Le presentamos a Colombia una visión moderna de la economía, basada en el emprendimiento, la innovación tecnológica y social, la Economía Naranja, la aplicación de programas sociales sostenibles y efectivos y un compromiso férreo con la lucha contra la corrupción. Además en materia de Seguridad vamos a construir una propuesta de una Fuerza Pública para el siglo XXI con mejores capacidades para fortalecer la seguridad ciudadana y enfrentar los grupos armados ilegales a partir de su desarticulación operacional.
L I. ¿No teme enfrentarse a Políticos que llevan décadas en el oficio?
I D M. Colombia necesita una nueva política. Una política más académica, más gerencial, más propositiva, más plural, sincera y con cero tolerancia con las prácticas del pasado. Así como existe una nueva generación que está haciendo grandes cambios en el mundo de la tecnología, la academia y la sociedad civil, hay una nueva generación en la política que quiere construir una visión de país que nos una y no nos divida.
L I. ¿Cómo se siente con las crecientes voces de respaldo hacia su candidatura dentro y fuera del Centro Democrático?
I D M. Con mucha motivación y humildad. Este es un ejercicio que requiere trabajo decidido todos los días para conectar, interpretar y responderle a los ciudadanos.
@IrreverentesCol