Así como los venezolanos vienen migrando a Colombia por cuenta de la situación económica y del hambre que están viviendo, muchos colombianos están saliendo del país buscando mejores condiciones tributarias.
Desde el año 91 el país viene cargando un desbalance fiscal, los gastos han venido creciendo mas que los ingresos, esto ha hecho que llevemos muchas reformas tributarias buscando mayores recaudos vía impuestos, desafortunadamente estas reformas no han sido las mas técnicas, su paso por el Congreso generalmente las llena de exenciones, de micos y de gabelas a determinados grupos. Nuestro estatuto tributario es grande y complejo.
Hoy en día tenemos una de las tributaciones mas altas del mundo, por cuenta de esto hemos espantado la inversión extranjera. Si tuviéramos una mejor tributación seguramente habría mas inversión y por consiguiente mas empleos y desarrollo. Adicionalmente a los altos impuestos hemos creado una inseguridad jurídica que nos hace poco atractivos.
La ley de financiamiento que se está tramitando este año en el Congreso tenía como objetivo recoger 15 billones de pesos pero le han metido tanta mano que ya solo podrá recaudar alrededor de 7 billones, lo hasta ahora visto es anti técnico, termina generando mas inequidad. Ojalá por el bien del país no pase y el gobierno Duque haga el año entrante la reforma tributaria estructural que tanto necesitamos.
La migración de colombianos por razones tributarias es entregando la ciudadanía y cambiando la residencia fiscal, de esa manera dejan de tributar en Colombia y lo hacen en países donde las condiciones sean mas favorables, esta es una migración de personas estudiadas y ricas lo que la convierte en una gran pérdida para el país.
Para ningún colombiano es fácil desprenderse de su nacionalidad, somos muy nacionalistas y orgullosos de lo nuestro, si estas personas lo hacen es porque las diferencias son muy grandes, sobretodo lo que tiene que ver con los impuestos patrimoniales, este se cobra en muy pocas partes.
El gobierno debe mirar atentamente esta migración, no podemos dejar ir personas valiosas por cuenta de tener leyes equivocadas, cada persona que se va se lleva consigo grandes capitales que obviamente son muy bien recibidos en otras latitudes.
Las grandes reformas que necesita el país se deben tramitar por el Congreso, y este no ha estado a la altura de las circunstancias mas aún cuando se tramitan antes de unas elecciones regionales donde está en juego mucho. Celebro la eliminación de la mermelada como herramienta del gobierno de turno para manejar el Congreso aunque también soy consiente de lo duro que será sacar adelante estas reformas.
Creo firmemente que teniendo tarifas coherentes se termina aumentando el recaudo, llegan nuevas inversiones y se disminuye la evasión.
Publicado: diciembre 10 de 2018
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