La apresurada decisión del excontralor Edgardo Maya Villazón en el tema de Reficar le da argumentos y artillería jurídica a los abogados de CBI en la demanda por más de $2000 millones de dólares que interpuso en su contra la Junta Directiva de Reficar en un Tribunal de Nueva York.
No es claro si dicha acción fue premeditada, pues está curiosamente sincronizada con los tiempos de la demanda interpuesta en la corte de Nueva York. Los argumentos de Maya de meterle la culpa a la única junta a la que no le había prescrito el proceso son la oportunidad que tienen los abogados de esa firma para y no pagarle un centavo a Colombia por obra y gracia de los afanes mediáticos del excontralor Maya Villazón, quien durante los 4 años que estuvo al frente de la Contraloría se dedicó a hacer filtraciones mediáticas con las que se levantaba su imagen, a costa del verdadero control fiscal que necesitaba hacerse en nuestro país.
La demanda está sustentada en el hecho que CBI engañó maliciosamente a Reficar en la preparación, presentación y defensa del presupuesto, así como en el argumento de que la ejecución del contrato fue ostensiblemente ineficiente de acuerdo con los estándares internacionales.
Como si fuera poco, la postura de Maya le sirve a las aseguradoras para no pagar los riesgos contratados porque seguramente alegarán que un funcionario del nivel de Maya Villazón afirmó sin mayor sustento que las juntas directivas de Reficar actuaron con dolo y como cualquier estudiante de derecho lo sabe, el dolo eximiría de culpa a esas mismas aseguradoras en su obligación de responder por los multimillonarios seguros contratados. Seguramente Maya en su sabiduría tropicalísima consideró que era mejor para los intereses nacionales encarnizarse con un puñado de miembros de junta y no buscar caminos para que la multinacional CBI y las aseguradoras respondieran e indemnizaran al país por el daño que causaron.
Los abogados de CBI y las poderosas multinacionales aseguradoras deberían por lo menos levantarle una estatua a Maya Villazón en el Parque de la Leyenda Vallenata habida cuenta de que el favor que les hizo no es de poca monta: los salvó de tener que devolver más de $2 mil millones de dólares que fueron literalmente robados.
A los colombianos les tocará conformarse con condenas simbólicas a ciudadanos que son dueños seguramente de un apartamento y un carro pero que nunca tendrán cómo reparar el presunto daño en la cuantía en que hubieran podido hacerlo las poderosas multinacionales que fueron demandadas y a las que Maya les tiró un salvavidas jurídico. Es posible que a Maya Villazón poco le importe la suerte jurídica de Colombia pues su esposa ya no está al frente de la Agencia de Defensa del Estado y por lo tanto no deberá enfrentar el dramático momento en que el país pierda esa demanda por obra y cuenta de las decisiones de su esposo el excontralor general.
Lo bueno es que el gobierno de Iván Duque tiene un compromiso irreductible en la lucha contra la corrupción, lo cual incluye, por supuesto, dar las batallas jurídicas que corresponda para efectos de recuperar dinero de los contribuyentes. Ahora, le corresponderá al doctor Camilo Gómez, nuevo director de la agencia de defensa jurídica del Estado, derrotar a CBI y lograr que la plata que robaron en Reficar regrese a nuestro país.
Publicado: octubre 16 de 2018
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