Debe haber consecuencias por la brutal encerrona que le hicieron al precandidato uribista, Iván Duque en la ciudad de Buga.
Encerrona a Iván Duque
Hace pocos días, el precandidato presidencial uribista, Iván Duque, fue víctima de una vulgar encerrona, con ocasión de su visita a la ciudad de Buga, en el Valle del Cauca.
La organización de la agenda del precandidato, estuvo a cargo de la señora Vilma Triviño, quien funge como “presidenta” del CD en aquel municipio.
Conocedores de la política vallecaucana, le aseguran a este portal que la señora Triviño es cuota de Susana Correa, senadora que desde siempre ha sido militante de la causa de Óscar Iván Zuluaga, rival de Duque.
Un violador en la tarima
Cuando empezó el evento, la señora Triviño sentó a la mesa principal a Jorge Luis Henao en condición de “vicepresidente” del CD en Buga.
Ese sujeto Henao es un violador condenado por la corte suprema de justicia.
El CD lo sabía
Resulta increíble que el Centro Democrático, particularmente su veedora nacional, Mery Becerra, no hubiera expulsado a Jorge Luis Henao del partido, cuando ella tiene en su poder, desde el pasado 18 de julio, la sentencia proferida por la corte suprema de justicia en la que se deja en firme la condena contra ese individuo por haber violado a una menor de edad.
El director de LOS IRREVERENTES, en esa fecha, habló telefónicamente con la veedora Becerra, le advirtió del hecho, le comentó la gravedad de dicha información y le remitió vía correo electrónico la copia de la sentencia. Y ella no hizo nada al respecto.
Responsabilidad
Este episodio, que claramente buscaba perjudicar la campaña de Duque al sentarlo junto a un violador que también fue condenado por narcotráfico en Panamá, debe tener consecuencias. La primera, que es obvia, la expulsión inmediata del delincuente Henao del partido Centro Democrático. Igualmente, debe valorarse un cambio en las directivas del CD en la ciudad de Buga, pues la presidenta Vilma Triviño anduvo hasta hace pocas horas buscando la manera de proteger al violador y narcotraficante que ejerce como su “vicepresidente”.
Tanto la veedora Mery Becerra como la senadora Correa, también deben asumir su porción de responsabilidad. La primera, por no haber hecho nada en los dos meses desde que fue notificada formalmente de los antecedentes criminales de Henao.
Por su parte, la senadora Correa debe explicarle al partido, a los militantes y a la opinión pública, porqué permite que personas de la calaña de Henao ocupen cargos directivos del CD, en regiones donde ella ejerce el poder absoluto de la colectividad uribista.
Así mismo, debe asumir las consecuencias por esa execrable encerrona de que fue víctima doctor Iván Duque.
Publicado: septiembre 13 de 2017