En sus discursos deshilvanados y fantasiosos, Petro se presenta como un jefe del primer nivel de la banda terrorista M-19, una realidad que solo existe en su atormentada imaginación.
Los hechos históricos confirman, por ejemplo, que la paz con esa organización criminal se logró, en buena medida, gracias a la participación decidida de la familia Turbay, particularmente el expresidente y su hija Diana, abuelo y madre del candidato Miguel Uribe.
Movido por el odio, la sed de venganza y el resentimiento, Petro ha puesto en la mira a Miguel Uribe Turbay, recurriendo a lo que los conocedores de la lógica denominan «falacia ad hominem por asociación», atacándolo con insultos, deprecio y descalificaciones personales por el solo hecho de ser nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala.
Petro vilipendia al exmandatario –a quien acusa temerariamente de haber sido un «torturador»–, porque, Turbay representa todo lo que el actual presidente de Colombia detesta: el orden, la autoridad democrática, la figura de un mandatario que enfrentó con firmeza el terrorismo que hoy Petro justifica y blanquea.
En 2005, con ocasión del fallecimiento del presidente Turbay, Antonio Navarro –cabecilla del M-19– escribió una columna en la revista Consigna donde recordó lo siguiente: «…al empezar la negociación entre el gobierno de Virgilio Barco y el M-19, Diana Turbay, hija del expresidente [y madre de Miguel Uribe] asistió a la primera reunión entre Carlos Pizarro y Rafael Pardo con una carta de su padre a Pizarro… sé que en ella Turbay instaba al M-19 a dar el paso hacia una paz verdadera y brindaba su apoyo decidido a un proceso de esa naturaleza… A partir de ese primer contacto, las relaciones del “Eme” con Diana Turbay fueron excelentes».
Navarro culminó su artículo así: «Ante su tumba [la del presidente Turbay Ayala] solo puedo expresar mi reconocimiento al hombre público que escogió el diálogo cuando las circunstancias lo ameritaban e hizo de la reconciliación un principio de vida».
Otro documento imprescindible para el estudio de la historia política de Colombia es el libro intitulado Turbay, de la base a la cumbre, editado por el expresidente Carlos Lemos Simmonds. Se trata de una extensa conversación –533 páginas- entre los expresidentes, en la que se abordan los temas más relevantes de la política colombiana en la segunda mitad del siglo XX.
Como es natural, el asunto del M-19 fue parte del diálogo. El doctor Turbay recordó: «La participación de Diana a través de la revista Hoy por Hoy, fue de importancia en la aproximación del M-19 hacia la decisión de firmar el acuerdo de paz… Le dedicó tiempo y energías a la creación de circunstancias favorables para estimular el acercamiento con el M-19…».
Al ser preguntado por su relación con los cabecillas de esa banda delincuencial, Turbay narró: «Les tendí un puente a Pizarro y a Navarro Wolf cuando vinieron a Bogotá. Una de las primeras entrevistas la realizaron con la Dirección Liberal y yo había hablado ya con los miembros de la Registraduría para averiguar cómo podíamos orientar lo relativo a la incorporación de M-19 a la vida civil y electoral».
Es mucho lo que los facinerosos del M-19 le deben tanto al abuelo como a la madre de Miguel Uribe Turbay. Ambos fueron piezas clave para que la desmovilización y la integración de los miembros de ese grupo a la sociedad fueran posibles.
Petro, en lugar de lanzar ataques mentirosos, cargados de odio y que incitan a la violencia, debería estar agradecido con la sociedad colombiana en general, y en particular, con la familia Turbay.
Publicado: junio 9 de 2025