MÁS DE 3,7 MILLONES DE EMPLEOS (FORMALES E INFORMALES) EN EL LAPSO DE OCHO AÑOS (2002-2010)
La flexibilidad laboral, una inteligente política del presidente Uribe, marcó una revolución en el empleo, que creció en consonancia con el desarrollo económico y el bienestar social que vivió Colombia durante ese periodo.
Cuando Uribe asumió la presidencia en 2002, Colombia tenía entre 6,5 y 6,6 millones de trabajadores formales. Esta cifra es aproximada, ya que aún no existía la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del DANE ni regía la “Ley Uribista” 1429 (Ley de Formalización y Generación de Empleo). Para el trimestre móvil de octubre a diciembre de 2010, el número de trabajadores formales se estimó en 8,7 millones. Entre 2002 y 2010, el número de ocupados en Colombia creció de manera notable.
Según el DANE:
Se generaron aproximadamente 3,7 millones de nuevos empleos (formales e informales).
El número de ocupados pasó de 16,37 millones en 2002 a cerca de 20 millones en 2010.
La tasa de desempleo nacional bajó del 15,8 % en 2002 al 11,2 % en 2010.
El modelo económico se basó en la «confianza inversionista» y la Seguridad Democrática, lo que impulsó el aumento del consumo interno y la inversión extranjera.
Los sectores más dinámicos fueron:
Turismo (incluye hoteles, restaurantes y transporte).
Minería (creció a un promedio anual del 10 %).
Petróleo (creció un 164 %).
Comercio.
Obras públicas (creció un 4 % anual).
Vivienda (creció un 9 % anual).
Servicios financieros (crecieron un 4,3 % anual).
Empresas de vigilancia.
Todo esto se enmarcó en una política de Seguridad Democrática, en el ejercicio firme de la autoridad y en el ejemplo de disciplina del presidente, que contagió a toda la sociedad. Esta dinámica generó confianza inversionista, neutralizó el narcotráfico y cohesionó a la sociedad, alejándola del paradigma de la lucha de clases y acercándola a las ideas de libertad. En 2010, Colombia estaba enrumbada hacia el desarrollo y la seguridad y el pueblo colombiano decidió darle al sucesor un mandato claro de continuidad. El sujeto elegido no estuvo a la altura: traicionó el mandato y fundó la la facción petrosantista que nos mal gobierna hoy.