Introducción
Colombia enfrenta un momento decisivo en su historia política. Las elecciones de 2026 podrían marcar el regreso de las ideas de la libertad en Colombia, lideradas por el legado de Álvaro Uribe y el partido Centro Democrático, como la fuerza dominante en el país.
Este ensayo explora las razones detrás de esta posibilidad, analizando el contexto histórico, político y cultural que ha moldeado el panorama actual: desde el auge del socialismo en América Latina hasta su reciente fracaso en Colombia. La disputa por la legitimidad moral y los valores fundamentales será clave para definir el futuro de la nación.
I. El Foro de Sao Paulo y el auge del socialismo en América Latina
En 1991, Fidel Castro y Luiz Inácio Lula da Silva crearon el Foro de Sao Paulo, una alianza destinada a revitalizar la izquierda latinoamericana tras el colapso del bloque soviético. Este movimiento impulsó un cambio estratégico: los partidos comunistas dejaron atrás la lucha armada y apostaron por las elecciones para llegar al poder. El primer gran éxito llegó con Hugo Chávez en Venezuela en 1999, quien instauró un modelo socialista basado en la centralización del poder y el control económico, inspirado en Cuba.
Aprovechando los ingresos del petróleo venezolano, el Foro de Sao Paulo logró victorias electorales en varios países durante la primera década del siglo XXI: Brasil (2003), Argentina (2003), Uruguay (2005), Bolivia (2006), Ecuador (2007) y Paraguay (2008). Esta ola socialista transformó la región, pero encontró un obstáculo significativo en Colombia.
II. El muro de contención de Álvaro Uribe (2002-2010)
Mientras el socialismo avanzaba en América Latina, Colombia se convirtió en una excepción gracias a la presidencia de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010). Elegido en 2002, Uribe frustró las expectativas del Foro de Sao Paulo, que anticipaba un gobierno afín a la izquierda marxista tras las negociaciones de paz de Andrés Pastrana con las FARC. Con su política de Seguridad Democrática, Uribe debilitó a las guerrillas marxistas (FARC y ELN) y al paramilitarismo y promovió un modelo de liberalismo económico.
Los resultados fueron contundentes: la tasa de homicidios cayó de 70 a 34 por cada 100,000 habitantes entre 2002 y 2010 (Ministerio de Defensa, 2010), el PIB creció a un promedio anual del 4.7% (Banco Mundial, 2010), y la pobreza se redujo del 49.7% al 37.2% (DANE, 2010). Además, Uribe mantuvo una aprobación promedio del 72%, alcanzando picos del 86% tras operaciones como la eliminación de Raúl Reyes en 2008 (Invamer, 1991-2025). Este éxito contrastó con las crisis económicas y políticas de los países socialistas vecinos.
III. El giro hacia el Socialismo del Siglo XXI en Colombia (2012-2018)
Aunque Juan Manuel Santos llegó al poder en 2010 con el apoyo de Uribe, su gobierno dio un giro hacia la “progresía” a partir de 2012. El acuerdo de paz con las FARC en 2016, que reconoció a este grupo como actor político legítimo, marcó un punto de inflexión. Santos abandonó políticas clave de Uribe, como la fumigación de cultivos ilícitos, y se acercó a los ideales del Foro de Sao Paulo, generando división y descontento nacional.
Su administración también enfrentó escándalos de corrupción, como el caso Odebrecht, y paralizó proyectos de infraestructura vitales. Este cambio de rumbo allanó el camino para el triunfo de Gustavo Petro en 2022, consolidando el ascenso de la izquierda radical en Colombia.
IV. El fracaso del socialismo bajo Gustavo Petro (2022-2025)
El gobierno de Gustavo Petro, inspirado en el socialismo del siglo XXI, ha sumido a Colombia en una crisis profunda. Según Bloomberg (2024), “la izquierda fracasó en Colombia”, agravando la violencia, la corrupción y el estancamiento económico, mientras alineaba al país con regímenes como Venezuela y Cuba. Entre 2022 y 2024, la tasa de homicidios subió un 12% (Ministerio de Defensa, 2024), el crecimiento económico se desplomó a un 1.2% en 2023 (Banco Mundial, 2024), y la inversión extranjera directa cayó un 25% (Banco de la República, 2024). Estos datos reflejan un rechazo creciente hacia el modelo socialista del Foro de São Paulo.
V. La batalla cultural: dos visiones en pugna
Las elecciones de 2026 no solo serán una contienda política, sino también cultural, enfrentando dos visiones opuestas:
• Colectivismo vs. Individualismo: La izquierda prioriza la redistribución y el bienestar colectivo, mientras la libertad apuesta por el esfuerzo individual y el libre mercado. El contraste entre el crecimiento bajo Uribe y el estancamiento con Petro ilustra esta diferencia.
• Rol del Estado: La izquierda aboga por un Estado intervencionista; la libertad, por uno eficiente y desregulado.
• Libertad y propiedad: La izquierda limita libertades en nombre de la equidad; la libertad las defiende como pilares esenciales.
Esta lucha cultural, evidente en elecciones recientes en Estados Unidos y Argentina, será determinante en Colombia, donde la libertad promete seguridad y prosperidad.
VI. La disputa por la legitimidad moral
Por décadas, la izquierda intentó legitimar a las guerrillas como defensoras de la justicia social, un discurso que Uribe desmontó al priorizar la seguridad y la legalidad. Petro, en cambio, ha buscado reivindicar a figuras como el M-19 y Camilo Torres, verdadero fundador del ELN, pero el deterioro de su gobierno ha debilitado esta narrativa. En 2026, la libertad tiene la oportunidad de consolidar su visión de orden como la base moral del país.
VII. El liderazgo de Uribe y el Centro Democrático
Álvaro Uribe sigue siendo una figura central en Colombia, con un 60% de valoración positiva frente al 70% de desaprobación de Petro (Invamer, 2025). El Centro Democrático, respaldado por su legado, lidera la apuesta por un regreso a la estabilidad y el crecimiento, en sintonía con una tendencia liberal global.
Conclusión
Colombia está en una encrucijada. El fracaso del socialismo del Siglo XXI ha abierto la puerta al regreso de las ideas de la libertad en 2026, liderada por Uribe y el Centro Democrático. Con una propuesta de seguridad, libertad y prosperidad se puede restaurar la confianza en el país. Las elecciones serán una oportunidad para que los colombianos reflexionen sobre su futuro y elijan un camino que priorice el bienestar colectivo desde la fortaleza individual. El desafío está en convertir esta posibilidad en una realidad electoral.
Referencias
• Banco de la República. (2024). Informe de Inversión Extranjera Directa.
• Banco Mundial. (2024). Perspectivas Económicas Globales.
• Bloomberg. (2024). “La izquierda fracasó en Colombia”.
• DANE. (2010). Encuesta de Hogares.
• Invamer. (1991-2025). Encuesta de Opinión.
• Ministerio de Defensa. (2024). Informe de Seguridad.
