El ocaso de un fiscal cuestionado

El ocaso de un fiscal cuestionado

Hace unos días se produjo un movimiento trascendental en la cúpula de la fiscalía de Colombia, hecho que no trascendió a los medios de comunicación. Se trata de la salida del cuestionado Julio Ospino Gutiérrez, quien se desempeñaba como fiscal delegado ante la corte suprema. 

El retiro de Ospino resulta particularmente llamativo. Su influencia y respaldo político era evidente. Tal era su “poder” que fue uno de los dos únicos fiscales delegados ante la corte, que resultó ratificado en el cargo con la llegada de la fiscal general Luz Adriana Camargo Garzón. 

Ospino es un abogado que lleva más de 30 años en la rama judicial. Ha desempeñado múltiples cargos en la fiscalía, en la procuraduría y en la judicatura. 

Hace un par de años, con el patrocinio del exprocurador Edgardo Maya, intentó ser elegido como magistrado de la sala penal de la corte suprema. Conocedores de ese episodio, le aseguraron a este portal que el nombre de Ospino fue rechazado por muchos magistrados electores, por cuanto el nombre del aspirante ha sido mencionado en el marco del denominado cartel de la toga, uno de los más vergonzosos casos de corrupción judicial que se ha registrado en Colombia. 

Como dato relevante, cuando se desempañaba como procurador, acompañó las visitas que el exmagistrado auxiliar Iván Velásquez realizó a las cárceles de los Estados Unidos buscando falsos testigos contra el expresidente Uribe.  

En el año 2015, el diario El Heraldo denunció una maniobra tramposa de Ospino, afirmando que el funcionario, en su calidad de delegado ante la corte suprema, radicó un documento falso para presionar la caducidad de un contrato que había sido celebrado por la gobernación del Magdalena. Fue denunciad por el entonces gobernador Luis Miguel Cotes por el delito de falsedad, pero como es de suponer, la investigación, a pesar de las demoledoras evidencias, no prosperó.

Hay otro episodio en el que Ospino aparece gravemente involucrado. Tiene que ver con el famoso caso de la Universidad Metropolitana de Barranquilla.

Hace más de dos años, se reveló la existencia de una contabilidad en la que aparecen referenciados sobornos a operadores judiciales. 

Entre los aparentes receptores de dineros, está el señor Ospino quien habría recibido la jugosa suma de $400 millones de pesos, en dos contados. 

Una de las partes involucradas en el conflicto por el control de la universidad, el denominado clan Jaller -sobre el que se ha escrito abundantemente en este portal- tenía mucho interés en que se evolucionara favorablemente el procesamiento de un magistrado del tribunal de Barranquilla -Jorge Eliécer Mola Capera-, quien adoptó decisiones judiciales adversas a sus intereses. 

Sospechosamente, los aparentes pagos a Ospino, coinciden temporalmente con decisiones de Ospino en contra de Mola. El primero, en noviembre de 2019, cuando anunció que imputaría cargos. Y el segundo, en julio de 2020 cuando la imputación tuvo lugar. 

Llama la atención la leyenda que se lee junto al segundo pago: “prima de éxito”. 

Aquella situación, que también fue denunciada ante la fiscalía, tampoco ha sido investigada a pesar de que fue la propia fiscalía la que, en una inspección judicial, halló los manuscritos donde se relacionan los posibles sobornos. 

Un investigador del caso, le explicó a este medio que Ospino ha hecho uso de su poder para evitar que la investigación avance. No obstante, la fiscal Camargo conoce la denuncia y las pruebas que la sustentan. 

En ese mismo caso de la Metropolitana, existen evidencias de que un investigador, llamado Arley Alvarado Villa, que estaba adscrito al despacho de Julio Ospino Gutiérrez, concertado con el clan Jaller, trató de que un testigo mintiera para enlodar a Luis Fernando Acosta -contraparte de los Jaller-. Entre las personas presuntamente sobornadas aparece Arley, a quien se le habrían pagado $40 millones de pesos. 

Hace unos años, cuando Julio Ospino integró una comisión especializada en la extinción de bienes del narcotráfico, el gobierno de los Estados Unidos lo felicitó por su labor. Pero los hechos posteriores y los serios cuestionamientos que pesan sobre él, condujeron al decaimiento de dicho respaldo. En los pasillos de la fiscalía se especula con que la pérdida de confianza por parte de los americanos tuvo mucho peso en la salida de ese funcionario por la puerta de atrás de la Fiscalía General de la Nación.

@IrreverentesCol

Publicado: marzo 28 de 2025

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