Sanguino, el nuevo malhechor del gobierno

Sanguino, el nuevo malhechor del gobierno

Antonio Eresmid Sanguino Páez, por citar su nombre completo, es un exterrorista de la banda ELN, de la que se desvinculó en los años 80. Nació en Ocaña y ha hecho política en la extrema izquierda desde comienzos de siglo. 

Su primer cargo importante de elección popular fue en el Concejo de Bogotá, a donde llegó con el aval del denominado polo democrático. Su periodo en el cabildo capitalino coincidió con la alcaldía del delincuente extinto Samuel Moreno Rojas. 

De acuerdo con las declaraciones de los principales articuladores del desfalco a las arcas bogotanas, Sanguino, valiéndose de su credencial de concejal, ayudó a que los saqueadores pudieran hacerse a multimillonarios contratos públicos. 

Julio Gómez es uno de los contratistas condenados que más ha colaborado con la justicia. Gracias a su testimonio, un importante número de funcionarios distritales -empezando por Moreno Rojas- terminaron condenados. 

En una diligencia que tuvo lugar el 14 de noviembre de 2013 en el célebre bunker de la fiscalía, Gómez atendió un largo interrogatorio en el que tuvo oportunidad de narrar con lujo de detalles la manera como funcionó el “carrusel de la contratación” durante la administración de Moreno. En esa ocasión, el contratista corrupto le contó los investigadores cómo era abordado por diferentes concejales para pedirle coimas. En palabras de Julio Gómez: “Wilson Duarte me dice que se ha enterado que hay un grupo de concejales en donde están Hipólito Moreno y Antonio Sanguino y que porqué no lo llevo a él, que mire que los debates se van a intensificar y que para qué dañar lo que está hecho”.

La mención del nombre de Sanguino, como es natural, llamó la atención del fiscal que tomó la declaración. Se trata de uno de los más agudos y serios fiscales que en la época lideraban la investigación del “Carrusel”, el doctor Luis Alejandro Páez Guerra quien quiso conocer cómo se concretaron y de qué monto o porcentaje de los contratos eran los sobornos entregados a los concejales.  

Al respecto, Julio Gómez detalló que “como expliqué anteriormente, Emilio Tapia y yo habíamos definido una comisión del 2% que sería repartida a los concejales con los que se pactara. Para ese caso, se había pactado con Hipólito Moreno, Antonio Sanguino y para ese momento con el concejal Wilson Duarte…”. 

La declaración del contratista fue suficiente para que Hipólito Moreno fuera capturado. Ante la fuerza de las evidencias, el entonces concejal aceptó los cargos y se acogió a la figura de la sentencia anticipada que se tradujo en una condena de poco más de 6 años de cárcel. 

Wilson Duarte, por su parte fue capturado y recluido en la cárcel La Picota. En septiembre de 2015, un juez de la República ordenó su libertad puesto que su defensa logró probar que los términos habían vencido y el proceso prescrito. 

Misteriosamente, el único que hasta ahora le ha sacado el cuerpo a la justicia es Antonio Sanguino, recientemente designado por Petro como nuevo ministro de Trabajo de Colombia. 

El prestigioso periodista Julio Sánchez Cristo escribió en su cuenta de la red social X: “El nuevo mintrabajo está en todo su derecho de demostrar su inocencia y buscar la prescripción, que no es ser inocente, sino confirmar que el Estado no funciona, no investiga a tiempo. ¿Pero no había otro candidato sin líos, sin problemas?” .

No es fácil que alguien con un mínimo de decencia y con una vida transparente se le mida a integrar al corrupto gobierno de Gustavo Petro. ¿Una persona honorable querrá sumarse a un gabinete cuyo jefe real es un hampón de la talla de Armando Benedetti? Al no ser una pregunta retórica, es evidente que la respuesta es negativa. 

Nadie es responsable por los delitos que cometen sus parientes o allegados, ni más faltaba. Pero sí hay un hecho que muestra de cuerpo entero que el talante criminal de Antonio Sanguino -que empezó su vida “productiva” en una banda terrorista- parece ser un asunto de familia. Se trata de un asqueroso caso de microtráfico en Bogotá. En el año 2016, la policía adelantó una batida contra redes de expendio de bazuco en el sur de la capital de la República. En la operación, fue capturado el hermano del nuevo ministro petrista. Según la investigación, el jefe de la red era Enio Sanguino Páez a quien se le imputaron los delitos de concierto para delinquir y fabricación, porte y tráfico de estupefacientes. Un par de joyas esos hermanos Sanguino. 

@IrreverentesCol

Publicado: febrero 14 de 2025

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