Colombia supo de la existencia de Claudia López durante el gobierno del expresidente Uribe, cuando ella se presentaba, de la mano de la impostora Natalia Springer, como una acuciosa investigadora y politóloga.
Escarbando en su pasado, se supo que en los 80, cuando era una estudiante universitaria, sostuvo un romance con el terrorista del M-19 Fabio Villa.
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Uno de los trabajos por los que saltó a la fama, fue la publicación de una supuesta investigación rigurosa sobre la mal llamada “parapolítica” con la que pretendió probar, a través de una supuesta matriz académica, la responsabilidad de los dirigentes políticos señalados de haber hecho alianzas con las estructuras de autodefensa colombianas.
El fiscal general de la época, el pusilánime Mario Iguarán declaró que se “inclinaba reverencialmente” ante el trabajo vago y carente de escrupulosidad académica.
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Después de su caótica gestión en Bogotá, se prepara para ser candidata en las elecciones de 2026, bajo el entendido de que Petro no resuelva emular a Maduro y se atornille ilegalmente al poder.
Abundan las expresiones de cariño y respaldo de Claudia Nayibe López a Gustavo Petro. Expresiones anteriores a la campaña de 2022.
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Desde siempre, la López ha hecho parte del proyecto de la extrema izquierda colombiana, aunque ahora, en una burda operación de mimetizaje, pretenda mostrarse distante del gobierno socialcomunista colombiano.
Su conexión con el terrorismo guerrillero, aunque ella ha pretendido ocultarla, viene de antaño. Por lo menos desde cuando convivió con el cabecilla Villa, posiblemente motivada por la “militancia” de su madre, María del Carmen Hernández en esa organización criminal que en los años 80 del siglo pasado sirvió como brazo armado del capo Pablo Escobar.
Entonces, no es exagerando ni desproporcionado afirmar que Claudia López es más agresiva, más violenta, más viciosa y, por ende más peligrosa, que Gustavo Petro.
Y esas características resultan muy atractivas para la extrema izquierda colombiana que anda buscando un posible reemplazo de quien hoy ocupa la presidencia y que, según el mandato constitucional, debe dejar el poder el 7 de agosto de 2026.
@IrreverentesCol
Publicado: enero 17 de 2024