República independiente del Cauca

República independiente del Cauca

Mientras Petro pasaba la resaca disfrazada de gripe, durante el puente festivo que acaba de terminar el país vio el despliegue de funcionarios del régimen disfrazados de soldados, autoretratándose y publicando las imágenes en sus respectivas redes sociales. Más que una ofensiva gubernamental tendiente a recuperar al departamento del Cauca, aquella escena parecía una comparsa de colegiales. 

En honor a la verdad, el del Cauca no es un problema causado por el gobierno socialcomunista de Petro. Pero a él sí le cabe toda la responsabilidad por la falta de acción por parte de la Fuerza Pública. Como consecuencia de la cacareada paz total, Fuerzas Militares y Policía perdieron toda su capacidad ofensiva. Los soldados de Colombia están amarrados de pies y manos y obligados a permanecer encerrados en sus batallones. 

Mientras tanto, las llamadas “disidencias” de las Farc, el ELN y las bandas criminales hacen y deshacen en ese abandonado y despreciado departamento. Las cifras arrojadas a 31 de diciembre del año pasado son escalofriantes: más de 130 mil campesinos desplazados, siendo los indígenas y los negros los grupos poblacionales más afectados. Petro, que dice ser el presidente defensor de la vida, no ha sido capaz de revertir la violencia en el Cauca, donde más de 600 lideres sociales y defensores de derechos humanos han sido asesinados. 

Hay una proporcionalidad directa entre violencia y cultivos ilícitos. En el Cauca se registran más de 23 mil hectáreas sembradas con coca. Es el cuarto departamento con mayor número de narcocultivos en el país, por debajo de Nariño, Norte de Santander y Putumayo. 

Petro es, en todo el sentido de la palabra, un narcopresidente. Su gobierno ha sido el gran favorecedor de las estructuras dedicadas a la producción y tráfico de estupefacientes. Y la violencia en el Cuaca es el resultado de la alianza manifiesta del gobernante colombiano con la mafia, maridaje que se traduce en que ese departamento continúe siendo un epicentro de la violencia en Colombia, afectado por múltiples organizaciones armadas ilegales que se disputan a bala el control de territorios estratégicos, el narcotráfico y, cómo no, los recursos naturales.

El asunto no se resuelve mandando ministros y funcionarios disfrazados de soldados, ni muhco menos publicando unas fotos que más que risibles resultan vergonzosas. 

@IrreverentesCol

Publicado: octubre 15 de 2024

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