Aunque actúa como tal, Petro no es un payaso. Es un sujeto supremamente peligroso y violento.
Acorralado por cuenta de la investigación que el consejo electoral adelanta contra su campaña, proceso sustentado en las graves irregularidades en la financiación de la misma, está preparándolo todo para desatar una brutal y angustiante ola de violencia en todo el país.
Alegando que se perpetrará un “golpe de Estado”, acción que solo existe en su atormentada imaginación, anda convocando a la ralea violenta que integra al grupo delincuencial denominado “primera línea”.
Recientemente notificó al país: si el consejo electoral impone alguna sanción contra su campaña, desatará una guerra civil. Y, para que no queden dudas, lamentó que los periodistas que critican a su régimen no sean asesinados.
Previendo lo que empezará a suceder en el futuro inmediato, le ordenó a la fiscal general monigote, Adriana Camargo, que emitiera una directriz con la que se impide que los participantes de actos de violencia y terrorismo urbano sean detenidos y llevados ante la justicia.
Todo está perfectamente sincronizado para que empiece la guerra civil que tanto anhela el psicópata que ejerce la presidencia de la República de Colombia.
Los opositores no tienen garantías, como tampoco las tienen los integrantes del consejo electoral, los integrantes de la rama judicial y los congresistas que no marchan al ritmo que impone la corrupta Casa de Nariño.
Petro llegó a la presidencia con votos que fueron conquistados a través de una campaña financiada con dineros oscuros. Pasados 24 meses de su gobierno, queda claro que continuará ejerciendo el poder soltando la Constitución y las leyes, y agarrando, en cambio, el fusil y la dinamita, artefactos con los que él s desenvuelve con sobrada experticia.
Vienen los peores años de la historia reciente del país. Desde la sede presidencial se ha ordenado desatar la violencia oficial, ejercida a través de las bandas terroristas afectas a Petro.
Roto el orden institucional, la oposición queda en plena libertad de hacer lo que esté a su alcance para garantizar la permanencia de las libertades, que hoy se encuentran gravemente amenazadas por el orate que ejerce el cargo de presidente.
Publicado: septiembre 17 de 2024