Una cosa es hacer oposición, otra cosa es hacer gobierno, Antonio Navarro.
La lucha por la democracia es un imperativo mundial frente a una ideología que se autodestruye por su incapacidad de reexaminar la validez de una ideología económica perversa bajo circunstancias completamente nuevas (Dieterich, Socialismo del siglo XXI, 2003).
Estas palabras de Dieterich, el perverso ideólogo del socialismo del siglo XXI, deberían ser tenidas en cuenta en el tiempo presente por sus resultados económicos y políticos en la Venezuela de Chávez y de Maduro.
A su vez, la experiencia chilena con respecto a lo que fue la unidad popular de Salvador Allende, la responsabilidad de quienes facilitaron el camino de su gobierno hacia una doctrina económica marxista, castrista, la posterior rebelión del mismo pueblo chileno que eligió a Allende; deberían ser de permanente análisis por aquellos que quieren justificar en pleno siglo XXI una ideología económica y política tan perversa como lo es el Socialismo del siglo XXI.
Por medio del ablandamiento psicológico, Chile terminó eligiendo a Allende el viernes 4 de febrero de 1970.
Muy temprano, el 2 de diciembre de 1971, miles de valientes mujeres chilenas salieron a las calles de Santiago golpeando sus ollas vacías por el descontento hacia el desgobierno de Allende.
El desgobierno de Allende se quitó la máscara, pasando al radicalismo.
En octubre de 1972, se presentó un paro camionero que, por poco, tumba a Allende por causa de la crisis económica que vivía Chile.
Con el fin de recuperar la economía, el minhacienda Vusckovic engendró la devaluación del escudo que tuvo como consecuencia una contracción económica cercana al – 3,0%, sumado a una hiperinflación superior al 225%.
En marzo de 1973, la situación económica era insostenible en todo Chile.
El origen del socialismo contemporáneo es, precisamente, el de la ideología perversa que formuló Dieterich junto con la destrucción total del Estado y la sociedad con el fin de construir un hombre nuevo, como predijo Mao.
La carreta socialista siempre es la misma, con los mismos resultados. No; importan los tiempos, ni los personajes, como lo es con el señor Petro junto con todo su desgobierno amoral, corrupto, déspota, decreciente, cósmico y pegasus.
Con la misma carreta de Castro, Allende, Lula, Correa, Ortega, Chávez y demás; el desgobierno del señor Petro está llevando a la ruina moral y económica de toda la Nación porque ese es su objetivo.
De Petro no se puede esperar nada bueno porque su condición humana, Arendt, no le permite pensar en construir, sino en destruir.
Sin embargo, el expresidente Álvaro Uribe lo felicita por escuchar al gobernador de Antioquia en una reunión con la mintransportes.
Así no se puede expresidente Uribe.
Porque, al igual que Allende, Petro morirá en su ley llevándose por delante a toda Colombia, como lo hizo Allende con Chile.
El pueblo chileno, reaccionó.
Así, como está reaccionando el pueblo venezolano que no logra romper el yugo que lo vio nacer. Y, hablando de Venezuela, a María Corina la dejaron sola.
Y los petro godos jugando igual o peor que Uribe.
Y ningún partido político se le mide a aplicar el artículo109 en la cámara de acusaciones donde cursan más de 110 demandas en contra del señor Petro. ¿Porqué?
Mientras tanto, la inflación en Colombia 0 en agosto. Pregunta ingenua al Dane: ¿no será que la inflación va camino a una deflación?
¿Será que el expresidente Uribe felicitará al minhacienda Bonilla, quien no renuncia, por su brillante gestión?
Puntilla: El pueblo colombiano, con Uribe o sin Uribe, tendrá que reaccionar.
Rafael Gómez Martínez
Publicado: septiembre 10 de 2024