Colombia empieza a aislarse

Colombia empieza a aislarse

Hace tan solo cinco años, Venezuela se paralizó por tierra mar y aire. No había repuestos para los buses de transporte público, ni combustible para las aeronaves. Las pocas aerolíneas internacionales que viajaban a la tierra del chavismo, se vieron obligadas a reabastecerse en Aruba.

La escasez de combustible aeronáutico se debió a que las refinerías de Amuay y Cardón -en el estado de Falcón- redujeron su operación, cayendo al 13% de su capacidad. 

El resultado: en los últimos 10 años las principales aerolíneas del mundo, como Lufthansa, British Airways, Alitalia, KLM y todas las compañías estadounidenses, cancelaron sus rutas desde y hacia Caracas. Las estadísticas son espeluznantes: en 2013, veintitrés líneas internacionales viajaban a Venezuela. La cifra cayó a ocho en 2017. Hoy, al otrora importante aeropuerto Simón Bolívar en Maiquetía, sólo llegan trece, y bajando.  La más grande que iba a ese país, Copa, fue expulsada por el dictador Maduro, en retaliación por la firmeza con la que el gobierno del presidente de Panamá condenó el fraude en las recientes elecciones. 

En Colombia ha empezado una dinámica que indefectiblemente desembocará en un aislamiento semejante al venezolano. Por cuenta de una falla en Reficar, el transporte aéreo está a punto de colapsar. En aeropuertos como el Pasto, no se encuentra una gota de gasolina. 

El asunto es en extremo delicado y pone en grave riesgo el futuro del transporte aéreo en un país en el que operan siete compañías locales y 38 extranjeras, las cuales realizan entre 1500 y 2000 vuelos al día, en los 61 aeropuertos comerciales que hay en la geografía nacional. 

Improvisación, desgobierno, falta de visión y de gerencia. El presidente y sus ministros, en vez de estar pronunciando tantos discursos insulsos, deberían dedicarse a administrar con rigor los asuntos públicos. 

Petro, que es un remedo de ambientalista, seguramente pretenderá desviar la atención de la crisis echando mano de la cacareada “huella de carbono” dejada por los aviones. Él, que se está encargando de destrozar a Ecopetrol, pretenderá justificar la catástrofe aeronáutica que se está generando por falta de combustible, como algo positivo en términos medioambientales. 

Este no es un asunto de sostenibilidad, sino económico. En las primeras horas, Latam canceló 36 vuelos, mientras que Avianca suspendió la venta de tiquetes. 

Y para rematar, la Aerocivil esgrimió la tesis de que las aerolíneas no pueden cancelar vuelos alegando la falta de combustible. ¿La autoridad aeronáutica Colombia pretende que los aviones alcen vuelo por arte de birlibirloque? 

@IrreverentesCol

Publicado: agosto 27 de 2024