El lápiz y el sombrero

El lápiz y el sombrero

Los espíritus mezquinos necesitan del despotismo, Honoré de Balzac.

Específicamente, el gobierno de Hugo Chávez, si fue el primer gobierno en tiempos presentes en dar el giro hacia la izquierda radical, extrema, en América Latina (1999) y también el primero en calificar su propuesta económica dentro del marco del socialismo del siglo XXI (2005).

En ese contexto, el reñido revisionismo histórico en la era de Chávez, en lo que refiere a su carácter agonístico de la construcción de la nación, se encuentra en la razón de su demagogia bolivariana (Legler: 2019, Historia, Nación y hegemonía: Márquez Restrepo, 2019, Pg:15).

Es así como, los colombianos estamos siendo testigos de la historia cuando el desgobierno amoral, corrupto, déspota, mezquino, astronómico y decreciente del petro caos quien nos quiere reconstruir la historia del movimiento guerrillero m19 mediante el uso de símbolos como lo es el caso del sombrero del Carlos Pizarro, el comandante papito, quien fuera integrante y participante de este grupo terrorista demencial que terminó su recorrido sangriento con la toma del palacio de la justicia y el asesinato a sangre fría de los magistrados y magistradas que se encontraban allí adentro indefensos ante su crueldad.

De paso, Petro coje ese lápiz y entra en delirium tremens.

En reiteradas ocasiones, el señor Petro ondea la bandera del m19 revictimizando, aún más, a todas las víctimas de este demencial grupo guerrillero que secuestró – Álvaro Gómez Hurtado – asesinó, utilizó las cárceles del pueblo en un lote baldío en Zipaquirá donde sus secuestrados tenían que soportar las torturas de los jóvenes guerrilleros quienes le lanzaban la mierda, literal, para bañarse en ella.

El conflicto interno colombiano tiene un ingrediente adicional que ha incidido en forma grave en su desarrollo: Se trata de la conspiración permanente en contra del Estado, lo que eufemísticamente se ha llamado la guerra política la cual se lleva en paralelo una vez se logra dejar las armas para pasar al campo político con el fin de enfilar las baterías hacia la destrucción total del Estado mediante las diferentes formas de lucha.

Por desgracia, ningún poder quiere tomar el toro por los cuernos.

Primero: porque ya no hay toros y, segundo, porque la clase política y dirigente le está poniendo los cuernos a la sociedad colombiana cuando Asofondos y algunos políticos quienes consideramos opositores al desgobierno amoral del petro caos se prestan para aprobar la reforma pensional la cual, al final, terminó siendo beneficiaria solamente para el gremio de Asofondos y, por lo demás, tendrán un jugoso contrato para ser co administradores del Banco de la República.

Después, no se queje señor Montenegro, presidente de Asofondos, porque así le pagará el diablo a quien le sirve.

En este escenario, la sociedad colombiana la tiene totalmente perdida cuando priman los intereses económicos y privados frente a la defensa de una nación entera que clama a gritos que no la conduzcan hacia el socialismo del siglo XXI, porque el pueblo tiene claro sus consecuencias.

Mientras tanto, una paca de papel higiénico en Carulla: $30.000 gracias minambiente de origen palestino Susana Muhamad y su decreto de prohibición contra el bagazo de caña.

Y Coca Cola cayó en la perversa agenda 2030.

Si querían que dejáramos de consumir Coca Cola, lo lograron.

Y llegó Iván Márquez con su segunda Marquetalia para llegar al congreso de la república.

Nos merecemos nuestra suerte.

Puntilla: 109 demandas en contra del presidente Petro en la cámara de acusaciones, 109. El representante Manzur del partido conservador tiene la conciencia tranquila.

Rafael Gómez Martínez

Publicado: julio 2 de 2024

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