Las montañas siempre le han hecho la guerra a las llanuras, Víctor Hugo
Específicamente, el gobierno de Hugo Chávez fue el primero en dar el giro a la izquierda en América Latina (1999) y también el primero en calificar su propuesta política como un proyecto socialista (2005), inaugurando lo que se conoce como el socialismo del siglo XXI (Márquez Restrepo Marta Lucía, Historia, Nación y Hegemonía, 2019, Pg. 23).
Chávez, durante su primer período no buscó implementar un socialismo real sino que pretendió mantener el modelo económico rentista gracias al incremento de los precios del petróleo que le brindó la caja menor necesaria con el fin de formular sus programas sociales como las misiones bolivarianas MB 200.
Ante el fracaso de sus programas sociales, en enero de 2005 Chávez anunció en medio de la convulsionada revuelta social: El socialismo del siglo XXI es la única vía para salvar a Venezuela radicalizando, aún más, su narrativa agresiva y violenta.
Veinte años después de su llegada al poder, la figura de Chávez se desvanece de la misma manera como se desvanece la de Fidel y su hermano Raúl Castro.
A pesar de ello, tanto en la isla de Cuba, como en Venezuela, su régimen oprobioso, inhumano, cruel y despiadado se encuentra más vivo que nunca ante el silencio cómplice de la comunidad internacional y todos los organismos multilaterales que no sirven para nada como la O.E.A o la O.N.U.
Chávez enfrentó, de nuevo, de una manera sangrienta las revueltas populares que produjeron el encarcelamiento de millares de presos políticos y de jóvenes que comenzaban su lucha por la libertad. Jóvenes como Laurent Salleh fueron entregados a las autoridades de la guardia venezolana con la complicidad del entonces presidente Juan Manuel Santos, junto con su canciller salomónica Holguín.
Algunos rasgos comunes dentro de los aspectos económicos de Chávez y Petro corresponden a la política de expansión del gasto y la deuda, aumento del déficit fiscal, el incremento desorbitado en los impuestos prediales de diferente índole a niveles del 200 al 300 % para el caso de Petro con su ex ministro Ocampo y su sonrisa irónica. Aunque, el gran responsable del confiscador impuesto predial se le debe al actual minhacienda Bonilla.
Al momento de plantear la presente columna de opinión del suscrito ciudadano de a pie, no se conocen los resultados electorales en el hermano país venezolano.
Dios permita que gracias a una valiente como María Corina Machado, logren romper el yugo de Maduro y su régimen oprobioso.
No obstante, Colombia entera debería reflexionar sobre el camino hacia el socialismo del siglo XXI que está recorriendo el desgobierno amoral, corrupto, decreciente y cósmico de Gustavo Petro sobre todo en la degradación moral de la sociedad en su conjunto junto con la podredumbre de su clase política y empresarial, con muy contadas excepciones, quienes prefieren proteger sus intereses económicos a fijar posiciones claras y concretas frente a la debacle económica que se viene encima.
Por ejemplo: Ex – presidente Uribe: ¿porqué su silencio cómplice con el proceso de paz del ELN?
Sin mencionar a los capuchos de la Universidad Nacional en Bogotá ante el mutismo de su comunidad académica y la inoperancia de Galán, el alcalde, más interesado en imponer su convenio con la fundación Soros que entregar el orden a una ciudad que se viene al garete.
¿Todavía, siguen en sus cargos Jesurun y Bonilla?
Puntilla: 110 demandas en la cámara de acusaciones, 110, y el partido conservador, ahí, haciendo historia como dice el senador Cepeda.
Rafael Gómez Martínez
Publicado: julio 30 de 2024