Se ha dicho hasta la saciedad que Armando Benedetti es, sin duda ninguna, el hombre más corrupto que tiene Colombia.
Gracias al inagotable aforo criminal del que hace gala, ha logrado salvarse de la acción de la justicia colombiana, donde los múltiples procesos penales que cursan en su contra duermen el sueño de los justos.
Son pocos los grandes saqueos de las arcas públicas en los que el nombre de Benedetti no aparezca referenciado. Por activa, por pasiva o por perifrástica, él aparece en todos los guisos y corruptelas.
Tal es su peligrosidad, que hasta sus más cercanos y sus antiguos compinches, temen delatarlo porque saben que la retaliación puede ser implacable.
Este portal, desde hace más de ocho años, reveló que los vecinos de su apartamento en Bogotá estaban desesperados con los escándalos protagonizados por él. Su descontrolado consumo de alcohol y drogas terminaba, indefectiblemente, en gazaperas y escenas de violencia intrafamiliar.
Los residentes del exclusivo condominio en el que habitaba Benedetti, con impotencia, tuvieron que registrar la inacción de unas autoridades corruptas que no se atrevieron a emprender las acciones necesarias contra ese agresor.
Se ha conocido que el pasado 30 de junio la policía de la ciudad de Madrid tuvo que atender un llamado urgente de la ahora exesposa de Benedetti, Adelina Guerrero quien fue víctima del flamante embajador de Petro ante la FAO.
De acuerdo con un conocedor de los hechos que habló con este portal, si no hubiera sido por la celeridad con que la policía atendió la situación, Guerrero habría sufrido lesiones de altísima gravedad. Su vida, estuvo en riesgo.
Cuando iba a ser detenido, Benedetti, drogado y balbuceante, esgrimió el pasaporte diplomático con el que fue favorecido por Petro. Uno de los oficiales presentes en la escena se comunicó con la embajada de Colombia en Madrid para confirmar la información, pues a los uniformados que atendieron la emergencia les costaba creer que esa piltrafa enajenada tuviera la calidad de diplomático colombiano.
Aunque España está por fuera de la jurisdicción en la que Benedetti está acreditado, por cuenta de la convención de Viena en lo relacionado con privilegios e inmunidades, el agresor fue puesto en libertad.
Benedetti utiliza su inmunidad para delinquir, en este caso para intentar acabar con la vida de su más reciente esposa, una mujer que lleva años recibiendo tundas feroces.
Los hechos demuestran que Benedetti compra a los jueces y magistrados colombianos que se le ponen por delante. Pero no podrá hacer lo mismo con los españoles. Si el gobierno Petro le levanta la inmunidad, ese sujeto seguramente será condenado y terminará pasando una larga temporada en un centro penitenciario español.
Petro, que se presenta como un defensor del feminismo, no puede seguir encubriendo a ese desquiciado que, valga recordar, califica a Laura Sarabia con los peores términos que pueden utilizarse para referirse al honor y la dignidad de una mujer, y que cobardemente muele a trompadas a la persona con la que hasta hace poco tuvo vida conyugal. ¿Qué espera el presidente de Colombia? ¿A que en la próxima paliza Benedetti termine matando a la Adelina Guerrero Covo?
Publicado: julio 24 de 2024