La lucha de clases nunca ha existido, Rafael, Profesor Álvaro Gallón.
Porque en medio del rápido proceso de destrucción de todo el establecimiento democrático colombiano, revolución molecular disipada, combinación de formas de lucha, siembra de resentimientos y odios con el fin de promover la lucha de clases que nunca ha existido en la humanidad.
Sí digo que nunca en la humanidad existió, ni existe, lucha de clases.
En medio de la pasividad y permisividad de la clase dirigente, el desgobierno amoral, corrupto y déspota del Petro caos, ahora con Aida Merlano lanzando toda su artillería, el señor Petro va subiendo el nivel y el tono de sus amenazas junto con la persecución de la FGN, convertida en la Gestapo de Petro con sus camisas negras y las porras.
En algún momento de valentía, la senadora María Fernanda Cabal del centro democrático, de las pocas que se salva, porque ya ni el ex presidente Álvaro Uribe Vélez se salva, comentaría sobre la fábula de la rana hervida de Petro.
De paso, María Fernanda, llegará el momento en que te tengas que deslindar de AUV.
La rana, tiene la particularidad que es un animal herbívoro quien con su poderoso veneno corroe todos los animales de la fábula silvestre que se encuentran a su alrededor.
Diría, sin sonrojarse, el nobel de paz Juan Manuel Santos que: habría que tragarse ese sapo. O, la rana.
Mientras tanto, Andrés Martínez Pardo, un filósofo, músico, tal vez el único heredero del pianista Puyana en el tiempo presente, con un tono de desolación y tristeza alrededor de un capuchino y un muffin, sin la rana, comenta: es que Rafael, ninguna de las reformas tiene por objetivo ni la gente, ni la mejora de nada.
El único objetivo que tiene es la destrucción, primero, de todo lo cultural, de todos los sistemas de valores, de arraigos afectivos, símbolos, historia, junto con la destrucción de su salud, de su economía, del sistema educativo, así fuera malo, de las pensiones, de la capacidad de ahorro, de la industria, de lo economía.
¿Para qué? Para, simplemente pauperizar, aún más, a un pueblo inculto, subyugado. Para volverlo miserable en todos los sentidos.
Si usted se fija, Rafael, el propósito de todo esto no es más que eso: la progresiva destrucción de todo el establecimiento democrático ante el silencio cómplice de su clase dirigente.
Entonces, sin carbón, sin litio, sin minerales, sin nada.
Sin reemplazo de eso, tampoco, porque el plan es ese.
En el mundo, el primer muro de contención contra estas medidas que van más allá de lo totalitario porque son miserables, son asquerosas; cuando hay un pueblo más o menos educado y donde esa educación se traduce más o menos en alguna participación política, el muro de contención primario contra este desgobierno del petro caos sería la academia.
Luego, debería estar la Iglesia Católica. ¿Dónde está la Iglesia Católica?
Al padre Chucho, el único que se atreve a rebelarse, ya lo callaron.
Donde están los gremios, los industriales lanzando su voz de alerta.
Y lo peor, Rafael, es que lo siguen aplaudiendo.
Y peor aún, Rafael. Ya, con un tono de rabia.
Esa clase política en el congreso de la república.
Cómo es posible que cohonesten con este desgobierno amoral y corrupto.
Salimos a marchar al frente del congreso, al día siguiente, Rafael, ese mismo congreso le da la espalda al pueblo colombiano…
Puntilla. Hablando de clase dirigente, representante Wallid Manzur del partido conservador de la cámara de acusaciones: ¿para cuándo el llamado al señor Petro invocando el juicio político artículo 109?
Rafael Gómez Martínez
Publicado: abril 30 de 2024