¿Habrá un juez en Colombia con la suficiente independencia para adoptar una decisión justa en el caso del presidente Uribe?
Los antecedentes son preocupantes. A través de los medios de comunicación, los interesados en llevar a Uribe a la cárcel se han encargado de constreñir y de atemorizar a los operadores judiciales que han intervenido en el proceso.
Los ataques asquerosos que recibieron los dos fiscales delegados ante la corte suprema que sustentaron sendas solicitudes de preclusión, permiten sospechar que los autores de los mismos van a apuntar sus cañones ante el juez de conocimiento que presidirá el juicio al que será sometido el doctor Uribe, un hombre contra el que no hay pruebas que lo incriminen.
El exmandatario es inocente de lo ocurrido, no hizo parte de las polémicas gestiones que pudo hacer el abogado Cadena, no sugirió, ni mucho menos ordenó o autorizó el soborno de testigos que le están imputando, conducta que en ningún caso ocurrió.
Todo se limita a una construcción mediática del, ese sí, oscuro periodista Daniel Coronel Castañeda, apoyado por el peligroso congresista comunista Iván Cepeda.
Para Petro es fundamental que su único opositor esté ocupado defendiéndose en un juzgado. Con Uribe en el asiento de los acusados, se liberó de quien podría seguir poniendo en jaque a su gobierno.
En este punto, debe reconocerse que el expresidente se equivocó de punta a punta, cuando creyó que al darle un tratamiento cortés y con desbordada consideración a Petro, lograría aplacar la persecución judicial en su contra.
Petro necesitaba imponer a una fiscal de su cuerda para convertir a la administración de justicia en una herramienta de acción política.
Hay quienes aseguran que la nueva fiscal no se prestará para ello. Pero la duda existe, y el tiempo y las actuaciones de la doctora Camargo se encargarán de hablar por ella. Lo cierto es que el 9 de abril, día en el que la extrema izquierda homenajea a la “víctimas”, Uribe Vélez fue llamado a juicio.
Que nadie se extrañe cuando desde la fiscalía empiecen surgir imputaciones, solicitudes de medidas de aseguramiento y acusaciones contra críticos de Petro. El socialismo lo ha hecho desde siempre: hacer uso de la justicia para acallar a los opositores. Y si aquello no es suficiente, queda el atentado personal, o el ignominioso destierro.
Todas las miradas en el juicio contra el expresidente Uribe. Todas las miradas sobre el juez de la causa. Todas las miradas sobre los operadores mediáticos que hasta ahora han sido efectivos en su estrategia de intimidar a los funcionarios de la judicatura que han participado en esta farsa contra el expresidente.
Publicado: abril 15 de 2024