El genocida Carlos Pizarro

El genocida Carlos Pizarro

Sin rodeos: Carlos Pizarro Leongómez fue un peligroso terrorista, un miserable criminal de guerra, un delincuente que jamás respondió por las atrocidades que ordenó, y los actos de ferocidad y barbarie en los que participó. 

Los hijos tienen el derecho y el deber de honrar a sus padres. Es un mandamiento de la Ley de Dios. Los descendientes de Pablo Escobar adoran al capo. Y lo mismo sucede con las pretendidas hijas del cabecilla del M-19, Pizarro. 

Nadie puede reprocharles sus sentimientos de amor hacia quien presentan como su progenitor, pero eso no las habilita, ni mucho menos, para que, desde sus asientos en el Congreso de la República -curiosamente terminaron ejerciendo el nepotismo que tanto combatía el M-19- rindan homenaje a un sujeto que durante décadas bañó en sangre a Colombia, que participó en secuestros, violaciones, magnicidios, masacres, reclutamiento forzado de menores y demás crímenes que hoy son considerados de lesa humanidad.

Si el código moral de esas señoras les permite sentir admiración por el hombre cuyo apellido llevan, es un asunto de ellas. Lo que no puede seguir permitiéndose es que esas mujeres exalten a quien fue el cabecilla de un grupo terrorista que durante muchos años ejerció como brazo armado, como ala militar del Cartel de Medellín y cuyo comandante real era Pablo Escobar Gaviria, el gran financiador de las operaciones terroristas que llevaban a cabo Pizarro y sus lugartenientes, entre ellos el actual presidente de Colombia Gustavo Petro. 

Es una lástima que Carlos Pizarro haya sido asesinado. El Estado colombiano debió encargarse de proteger su vida para que tuviera oportunidad de comparecer ante la justicia, recibir la correspondiente sanción penal y purgar una larga pena de cárcel. 

Las muchas víctimas de él no recibieron una reparación efectiva, que empieza por el castigo judicial, continúa con la solicitud de perdón y culmina con la sanción social vitalicia. 

Nada de eso sucedió. Y, después de 34 años, un par de impertinentes que se presentan como sus hijas, escupen a la cara de la sociedad haciéndole homenajes grandilocuentes a ese forajido.

@IrreverentesCol

Publicado: marzo 20 de 2024