Recuerdo que en mi juventud el presidente Alberto Lleras Camargo en sus viajes a Medellín pasaba por nuestra casa y, en una de sus visitas, mi madre le preguntó cómo le iba en la presidencia, él le contestó con la frase que uso como título. Así eran los gobernantes, su prioridad era el ejercicio de la virtud diferente a lo que hoy sucede cando esta obligación parece haber desaparecido por completo.
Lo primero que debe hacer un gobernarte para ejercer la virtud es rodearse de gente honesta, nadie le pide que gobierne con sus enemigos, de eso no se trata, pero sus amigos, que van a los puestos directivos del Estado, no pueden estar calificados de cuatro en conducta.
La persona más influyente del gobierno es Laura Sarabia, no la conozco y nada tengo contra ella; pero ¿ya aclaró fuera de toda duda razonable el caso de su empleada del servicio? ¿De dónde provino el billete de la maleta o maletín que supuestamente desapareció de su residencia con el dinero? El uso del polígrafo, que no se ni me importa si es o no legal, ¿es causa para el “suicidio” de un alto oficial debidamente entrenado para el manejo de situaciones generadoras de estrés? El caso ameritaba esclarecerse por medio de la justicia antes de su regreso rutilante al Palacio de Nariño.
El señor Benedetti, al decir de los abogados, estaba encartado ante la Corte Suprema por investigaciones de supuestos casos no muy santos. En los videos publicados por Semana donde con lenguaje por lo demás inapropiado, le cuenta a la Sarabia su tarea de conseguir, de fuentes que generan sospechas, quince mil milloncitos para la campaña del gobernante además denigra contra él por no nombrarlo ministro. Esa plata no se registra en los gastos de campaña, lo cual desbordaría los montos permitidos, ni se sabe con seguridad dónde fue a parar, pero como el señor amenaza con abrir la boca con lo cual “todos irían a la cárcel”, después de destituirlo de la embajada de Venezuela, se le crea una en la cual no necesita presentar credenciales, en el lugar perfecto, la FAO en Italia, cuya segunda nacionalidad tiene el implicado y país que no permite la extradición de sus connacionales.
Para rematar ¿Qué tal el negocio de los carrotanques de la Guajira? redondeando los números los camiones DAF tienen un precio en la concesionaria de quinientos sesenta millones de pesos, alguien fue allí y compró cuarenta camiones por lo que además pudo haber obtenido un descuento, pero dejémoslo de ese tamaño, el tanque en una de las compañías fabricantes debió costar unos ciento diez millones de pesos, luego el costo total por vehículo habría sido de seiscientos setenta millones de pesos; pero se pagaron por cada uno mil ciento setenta millones. En este negocio ya hay un muerto y un sobre costo de veinte mil millones de pesos suma que a más de uno le permitiría vivir sabroso. La investigación está en curso, veremos si prospera o entra a la etapa del tapen, tapen.
El Rincón de Dios
“Honestidad significa no tener nada que esconder”. Lucas 16:10
Publicado: febrero 28 de 2024