Adicional al desproporcionado incremento de la deuda y los contratistas, Claudia López le entregó a Galán una ciudad capturada por el crimen. La inversión en seguridad fue paupérrima, el maltrato a la Fuerza Pública fue constante y ahora el Alcalde debe apagar el incendio que López propició durante cuatro años.
En el ámbito financiero la situación es alarmante. La deuda de la ciudad pasó de $2.5 a $9.2 billones de 2019 a 2023 y son nulas las inversiones que se ven. Las grandes obras que actualmente se ejecutan en la ciudad vienen de la administración Peñalosa y tanto el Concejo como el Distrito se enfrentan a la difícil tarea de encontrar las fuentes financiar el Plan de Desarrollo 2024-2027.
En lo que respecta a los contratistas, el Gobierno López hizo lo que quiso. Bogotá pasó de 31.721 a 63.677 contratistas de 2019 a 2023, lo que a su vez implicó aumentar el gasto de $1.1 a $2.7 billones. Pura burocracia que dejó en el olvido la promesa de “talento y no palanca” con la cual Claudia ilusionó a miles de personas.
Pero lo que pasó en seguridad no tiene explicación alguna. De los $109.2 billones que se aprobaron para el cuatrienio 2020-2023, Claudia solamente destinó $1.8 billones para seguridad, es decir, el 1.8%. A esto, debemos sumar que, por ejemplo, de 2022 a 2023 esa administración redujo el presupuesto de seguridad de $755.225 a $554.733 millones. Mientras tanto, para 2023 López destinó $1.2 billones para cultura y recreación. Sí, más del doble de lo apropiado para seguridad.
Por eso, es apenas lógico que hoy la ciudad esté en crisis. Durante el cuatrienio anterior el hampa se fortaleció como nunca antes gracias a las erráticas decisiones de Claudia López, dentro de las cuales hay que inculir el contante maltrato a los uniformados, a quienes siempre culpaba del incrmento de los delitos sin que ella asumiera la responsabilidad.
Como consecuencia, a corte de septiembre del año pasado se registraron 113.734 hurtos a personas, un 21% más que el mismo periodo de 2022, los homicidios crecieron 6.7%, los hurtos a residencias un 10.7% y el hurto de automotores un 7.1%.
Además, sería bueno saber por qué la Secretaría de Seguridad dejó de publicar el boletín mensual de indicadores de seguridad de la ciudad y eliminó el seguimiento a los delitos cometidos en transporte público. Desde hace 5 meses el Distrito se rehúsa a publicar las cifras oficiales, algo que nunca había pasado, lo cual solo encuentra explicación en la gravedad de los datos obtenidos en los últimos meses de la gestión López.
Ese es el dificil panorama que heredó el Alcalde Galán. La chequera está apretada como nunca antes, el Distrito lleno de contratistas y la ciudad plagada de delincuentes.
Publicado: febrero 28 de 2024