Hace años se difundió copiosamente el libro de Dale Carnegie titulado «Cómo ganar amigos e influir sobre las personas» (Microsoft Word – Carnegie, Dale – C\363mo ganar amigos e influir sobre las per\205) (vinolas.cat)
Es probable que el que nos desgobierna no lo conoce ni por el forro. Pero es lo cierto que practica todo lo contrario de lo que recomienda ese famoso libro. Pugnaz, envidioso, disociador y resentido, hace enemigos a mil por hora. Su archivo de trinos es, como lo he observado en otras ocasiones, más bien de graznidos o aullidos. Insulta, calumnia y vierte veneno sin reato alguno. La maledicencia es uno de sus rasgos característicos.
Recuerdo que en la «Teoría Pura de la Política» Bertrand de Jouvenel ha hecho hincapié en que el secreto del buen ejercicio del poder radica en aunar voluntades para las causas que se emprendan, mas no en enajenarlas. Pero el actual inquilino de la Casa de Nariño aplica la antítesis de esa recomendación, pues se regocija con las desavenencias.
Se cuenta que un día salió a pasear por los alrededores de la plaza de Bolívar y se topó con dos lustrabotas que estaban engarzados en una pelea dándose golpes con sus respectivos utensilios, Se acercó a ellos para preguntarles si su conflicto era muy personal o podría participar en él. Bueno, «se non è vero, è ben trovato».
Una de sus más recientes escenas de pugilato tiene que ver con el fiscal Barbosa. Vid. El fiscal Francisco Barbosa retó a Gustavo Petro: “Si el Presidente quiere un enfrentamiento, yo estoy listo a darlo en cualquier momento” – Infobae; Urgente: Fiscalía responde con hechos a Petro que dice que usan la entidad para “exportar cocaína”. Funcionario cuestionado fue trasladado (msn.com)
En la Criminología se trata sobre los fronterizos del delito. Se habla de quienes bordean la ley penal e incluso la trasgreden, pero procurando no dejar huella de sus actos o encubriéndolos de diverso modo,
¿Cuántos delitos cometió dentro de su militancia en el funesto M-19? Vaya uno a saberlo. ¿Hubo otros con posterioridad al acuerdo de paz con esa horrible organización criminal? ¿Sigue habiéndolos? Hay indicios. Desafortunadamente, la justicia no investigó a fondo el «putsch» que hace pocos años pretendió derrocar al entonces presidente Duque, promovido más o menos subrepticiamente por el que hoy lo ha reemplazado en el cargo, lo que debería haber dado pie tan sólo a alguna imputación a título de asonada, según el art. 469 del Código Penal. Como tampoco se ha investigado la falsedad documental en que alguien incurrió para desaparecer del expediente respectivo la sentencia condenatoria cuya copia auténtica habría dado lugar para que no pudiera aspirar a la presidencia de la república.
¿Se configuran la injuria o la calumnia en las agresiones verbales y escritas que viene lanzando, por ejemplo, contra el fiscal Barbosa y la vicefiscal Mancera?
Es asunto del que debería ocuparse la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes, lo mismo que de lo concerniente a la reiterada indignidad en el ejercicio del cargo que se configura por una tenaz intemperancia que ofrece pésimos ejemplos en torno del buen funcionamiento de la institucionalidad. Por ejemplo, lo de andar fustigando a quienes cumplen con sus deberes constitucionales y legales cuando sus decisiones no le agradan.
Si la Constitución proclama que el Presidente de la República simboliza la unidad nacional (art. 188) y lo que hace es promover su disolución con sus palabras y sus obras, algún efecto jurídico han de tener esas graves trasgresiones.
El efecto político ya está dándose, con el repudio que en diversos escenarios se pone de manifiesto en su contra. Pocos lo admiran, dado que es muy poco lo que exhibe que sea merecedor de admiración. Y muchos lo desprecian, porque es mucho lo que encuentran digno de censurarse con severidad en su talante y sus comportamientos.
Jesús Vallejo Mejía
Publicado: noviembre 29 de 2023