La humanidad actual y cada persona serán juzgadas por el sentido que tengan de la virtud, de la honra, Plinio Correa de Oliveira, 1957.
El tema de la crisis de la democracia contemporánea está en el centro de la discusión política. Se encuentran, estas reflexiones, en diversos autores como Francis Fukuyama quien sostiene que se está llegando al fin de la democracia.
Para el caso colombiano, la maltrecha constitución de 1991 abrió el universo político. Surgieron, entonces, diversos movimientos personalistas, más no partidos como tales, los cuales se encargaron de llenar el vacío existente para llegar a un sinfín – 56 en la actualidad – que ha producido la implosión democrática en el tiempo presente al régimen electoral.
La implosión democrática que se está viviendo en Colombia, corresponde a la visión que nos entrega Duverger consistente en que los partidos o movimientos políticos deben contar con más infraestructura que doctrina (Ver Duverger, 1951).
Y quienes no cuentan con la infraestructura, léase maquinaria, quedan relegados a un segundo lugar.
Si somos sinceros, en las pasadas elecciones quienes ganaron fueron las maquinarias regionales.
De tal forma que, en los tarjetones se podía apreciar cómo se votaba por un alcalde x con el aval de todos los partidos o movimientos.
El partido conservador, por ejemplo, se acostó con el partido liberal, de la U, centro democrático y cambio radical para elegir a un alcalde o gobernador según el departamento o ciudad.
Por lo tanto, las cuentas alegres que formularon los dirigentes políticos después de las elecciones regionales son apócrifas.
Salió, por ejemplo, el senador Efraín Cepeda, director del partido conservador, acéfalo de doctrina, anunciando que se consolida como el partido mayoritario de la centro derecha colombiana.
Yo no sabía que el partido conservador era de centro.
Y claro, no podría faltar YO PETRO con mis 17 gobernadores.
En Bogotá, si el Nuevo Liberalismo tenía un promedio de votos cercanos a los 400.000: ¿porqué de la noche a la mañana aparece con cerca de 1.500.000? ¿Se pueden considerar los votos que eligieron a Galán en Bogotá como del Nuevo Liberalismo?
La política se ensució hace dos décadas, sostuvo Álvaro Gómez Hurtado.
Estamos en 2023.
La política y, en general, el ambiente del país está más sucio que nunca.
A tal punto, que se presenta una ausencia de liderazgo político.
Lo acontecido con el doloroso secuestro del padre del futbolista Luis Díaz, no es más que una muestra de la degradación moral sistemática en la que ha caído nuestra degradante sociedad, sumado a la falta de liderazgo político con el fin de exigir que el ELN termine de una vez por todas con sus prácticas extorsivas demenciales.
Bien lo pregunta el Dr. Lafaurie: ¿Qué pasará con los demás secuestrados en su poder?
Si el ELN tuviera un gesto de grandeza.
Pero no.
El ELN se encuentra atrapado en su régimen opresor.
Diría Álvaro Gómez Hurtado, que Colombia se encuentra atrapada por el régimen.
Prueba de ello, el partido conservador quien debería ser el llamado para sacar al país del momento de crisis moral y de honra, como plantea Plinio Correa de Oliveira, en que se encuentra; atrapado por el régimen corrupto y amoral del petro caos aprobando la reforma tributaria saludable del ex ministro Ocampo, con su sonrisa irónica, la cual tuvo como efecto que un simple combo perro de JR terminó constando $33.000.
Si Colombia no reacciona como debe ser…
Puntilla: La cámara de acusaciones hace mutis por el foro con la anuencia del partido conservador…
Rafael Gómez Martínez
Publicado: noviembre 14 de 2023