Un nuevo botín para la corrupta que nunca se fue

Un nuevo botín para la corrupta que nunca se fue

Quienes la conocen aseguran que no se destaca por su inteligencia, pero sí por su socarronería y su destreza para agradar a quien sea su “señor” de turno. Forjada por el delincuente Armando Benedetti, Laura Sarabia ha hecho un curso rápido de corrupción y abuso de poder. 

Abundan las pruebas y los señalamientos en contra suya. El caso de la niñera no es un asunto menor. Además de la ilegalidad del procedimiento que ordenó adelantar contra la humilde mujer que estaba encargada del cuidado de su hijo, está el asunto de fondo: el dinero en efectivo que guardaba en su casa de habitación. 

Aún no se ha determinado la suma de dinero que supuestamente desapareció. Ni la propia Sarabia ha sido coherente en ese sentido, pues empezó dando un número y con el paso del tiempo aquel fue cambiando, siempre al alza. 

La aseveración de la revista Semana en el sentido de que en a la residencia de Laura Sarabia fueron remitidas unas maletas con $3 mil millones de pesos en efectivo, no ha sido rectificada por ese medio de comunicación, así que aquella hipótesis continúa gozando de validez. 

Tan pronto se conocieron los hechos, y trascendieron los audios del peligroso Benedetti enrostrándole a Sarabia los $15 mil millones de pesos que él recaudó en el mundo del hampa para financiar la campaña de 2022, Petro hizo una puesta en escena retirando a Benedetti de la embajada en Venezuela y a Sarabia del puesto que ocupaba en Casa de Nariño. 

El narcocanciller Leyva se valió de la crisis para ajustar cuentas con su subalterno indisciplinado, recordando que él, Benedetti, no es más que un drogadicto incapaz de controlar sus impulsos e instintos. 

Diversos medios de comunicación reportaron que Laura Sarabia formalmente abandonó su cargo, pero siguió fungiendo como persona de confianza de Petro, coordinando agendas, organizando reuniones, controlando políticos, repartiendo mermelada y demás. En pocas palabras, usurpando funciones públicas. Un delito más para su historial criminal. Si así es con escasos treinta años, cómo será cuando llegue a los cincuenta. 

Petro es un sujeto que abusa del poder. Atrabiliario y desafiante. Hace lo que le viene en gana como si fuera la reencarnación de José Gaspar Rodríguez de Francia, el sempiterno dictador de Paraguay, inmortalizado por Roa Bastos en Yo el supremo. 

A pesar de las dudas sobre la transparencia de Sarabia, de las investigaciones que adelanta la fiscalía y la procuraduría, de los cuestionamientos que el país ha hecho, Petro resolvió entronizarla como nueva directora del DPS.

Sarabia tendrá en sus manos un presupuesto billonario. Increíble. La aliada de Benedetti, la misma que ha aprendido todas las modalidades posibles para saquear al erario, será la dueña de la chequera más abultada del Estado colombiano. Al decir popular: el ratón -o mejor, la rata- cuidando el queso.

Y como siempre, la sociedad sometida al maltrato y a la burla por parte de sus gobernantes, angustiada se acostumbrará a ver a esa cuestionada mujer liderando el grueso de las políticas sociales del Estado y, seguramente, engrosando su patrimonio particular. 

@IrreverentesCol

Publicado: agosto 30 de 2023