Determinar los aspectos fundamentales que explican el funcionamiento del sistema económico colombiano, es una tarea bien compleja.
En palabras de Hugo Palacio Mejía: el primer objetivo de un banquero central es el de proteger el valor de su moneda porque la inflación, el alza continua y acelerada en los precios, no solo perturba el proceso económico; sino que, sobre todo, perjudica a las personas más pobres y más débiles de la sociedad (Ver: Palacio Mejía, 1990).
Sin embargo, a menudo, gentes del gobierno presente ven fracasar sus políticas porque desconocen por completo de lo que se conoce como el problema económico, el cual consiste en resolver que: la economía es, esencialmente, una ciencia social, no numérica, que estudia el cómo las personas y la sociedad en general interactúan, deciden, escogen, racionalmente, las formas del uso de los recursos escasos.
El DANE, entidad encargada de divulgar las cifras económicas al final de cada mes, entregó una desalentadora noticia con respecto al crecimiento económico del tercer período 2023, el cual cayó a niveles nunca antes vistos, históricos, como el pacto histórico: 0.3%.
A su vez, el ex ministro de hacienda Jorge Cárdenas Santamaría, enciende las alarmas teniendo en cuenta el comportamiento de los principales sectores tales como: consumo: 1.4%, Gobierno: 0.1%, inversión: -3.6%, exportaciones: 0.5%, importaciones: 3.0%.
De continuar esta tendencia, al finalizar el desgobierno del petro caos económico es posible que se presente un déficit en la balanza comercial entre 25 a 30 puntos.
Lo anterior, significa para el ciudadano de a pie, que sus ingresos básicos están sufriendo una fuerte contracción económica teniendo que ajustar tanto su oferta, como su demanda.
A su vez, el circulante del dinero de su bolsillo no está alcanzando para cubrir los gastos primarios: servicios, transporte, curiosamente: bebidas alcohólicas están sufriendo un altísimo incremento de precios, alimentación, cancelación servicios financieros con altas tasas de interés.
La tasa de usura, por ejemplo, supera los niveles del 43%.
Y, lo más grave, en algunas ciudades como en Tunja, por ejemplo, se presenta casos de deflación: es decir; caída de los precios; por la sobre oferta de productos de la canasta básica.
Si, a lo anterior, se le agrega las circunstancias de deterioro de orden público a nivel nacional, gracias al mindefensa Velásquez, es muy probable que, sumado al efecto del incremento constante de los precios de energía, el consumo se restringa, aún más, como bien lo propuso la inefable ex ministra de minas y energía la filósofa Irene Vélez, quien al final cumplió a cabalidad con su objetivo general: decrecimiento económico.
Y, sale de nuevo, a la palestra el ex ministro Ocampo en una conferencia en la CEPAL a comentar que la economía colombiana se encuentra en franco proceso de deterioro.
Así, o más cínico.
Y, el Dr. Lafaurie, caído en su quinta dimensión desconocida, mientras conversa reservadamente con sus nuevos amigos los elenos, la compañía Minerva Foods decide cerrar las puertas.
La solución de Petro es: revivir los mataderos municipales, de tan ingrata recordación, mostrando su total desconocimiento al problema económico.
Sin comentarios, con respecto al posible atentado en contra de su Sra.: la valiente senadora María Fernanda Cabal.
Es que cuando se traspasa la línea imaginaria no hay nada que hacer.
No, hay punto de retorno.
Estamos ante un difícil y complejo panorama económico para segundo semestre del 2023.
¡Abróchense! los cinturones….
Puntilla: Mientras tanto, el partido conservador en su escalera descendente apoyando la candidatura de Luis Carlos Galán para la alcaldía de Bogotá. Roger Carrillo, secretario de gobierno.
Rafael Gómez Martínez
Publicado: agosto 22 de 2023