¿Quién seduce a quién? se plantea Enrique Krauze en su libro Poder y Delirio, 2008.
El juego de Castro y Chávez es el resultado de los sobrevivientes de los grupos guerrilleros de los años sesenta y setenta del siglo XX.
La obsesión de Castro por Venezuela llegó a tal punto que, en las reuniones cerradas en la Habana, le planteó a Chávez el esquema para la toma de poder: Poner en pie a Venezuela y apoderarse de sus reservas energéticas, podría ser el primer paso para, unido con las guerrillas colombianas, extender su revolución castrista como una mancha de petróleo por el resto del continente (Ver Krauze, 2.008)
Funcionarios del régimen castrista fueron trasladados a Caracas con el fin de penetrar todas las instituciones democráticas del vecino país.
Entre ellos, se encontraban desde la izquierda castrista más radical como Douglas Bravo, hasta la más moderada como lo fue Teodoro Petkoff, quién más tarde sería ministro no solo de Rafael Caldera, sino que, también participó durante el primer periodo de Hugo Chávez, 1.999 – 2.007.
Algunos de ellos, se trasladaron a Colombia con el fin de entrevistarse con Manuel Marulanda y el finado Raúl Reyes, alias, Rolex.
Todos ellos, coinciden en algo.
El sueño imposible de materializar, se hizo realidad cuando aparece Hugo Chávez con su discurso en la Habana en 1982 donde de una manera contundente Chávez planteó el concepto de las tres raíces y del cómo sería su camino con el fin de llegar al poder con motivo del bicentenario de Simón Bolívar, para lo cual se crearían las MB 2.000.
Llegamos al desgobierno corrupto y amoral del Petro Caos, el cual sigue su curso normal hacia la quinta dimensión desconocida con dirección al hoyo negro y su pax mafiosa de la cual nunca saldrá.
Al revisar, el cómo llega el desgobierno del cambio se podría dividir en dos etapas.
La primera, cuando puso en pie a Bogotá donde salió el verdadero Petro, sin máscara y en el balcón, por cuenta de la destitución del Dr. Alejandro Ordoñez siendo Procurador General, donde quedó claro que al señor Petro no le importa el orden democrático y constitucional del estado colombiano porque dentro de la moral comunista, castrista, así no le guste al Dr. Álvaro Uribe, se encuentra la destrucción total de ese orden para construir uno nuevo, como con su Bogotá Humana.
La segunda, cuando puso en pie a los colombianos, a las calles, movimiento que tuvo su punto culminante en el estallido social post pandemia Covid 19.
Mientras tanto, vuelve aparece el ex ministro Ocampo con su sonrisa irónica en una entrevista para el diario La República: El crecimiento económico para segundo semestre será 0.
Y, se ríe.
No, solamente nos encontramos ante un desgobierno corrupto y amoral, sino desvergonzado.
¿Y, el Dr. Lafaurie se pronunció frente a las amenazas al señor Fiscal Barbosa?
No, me duelen los actos malos de la gente mala, sino la indolencia de la gente buena frente a los actos de la gente mala; como la indolencia del Dr. Lafaurie caído en la quinta dimensión desconocida.
Es que vender tierras saladas a valor comercial IGAC es un gran negocio.
Tal vez, Colombia no se ha dado cuenta de cuánto está perdiendo con Petro y sus diferentes formas de lucha en el poder.
Como diría mi abuela Petrona Gómez, mujer de carácter recio y vehemente: ¿Será que Colombia tendrá que tocar más fondo?
Puntilla: Y; ¿el representante Manzur del partido conservador pasará a la historia como el Mogollón de Petro?
Rafael Gómez Martínez
Publicado: agosto 15 de 2023