La nocividad del triunfalismo

La nocividad del triunfalismo

Vale la pena hacer un repaso de lo que ha sucedido en España desde mayo del presente año hasta la fecha para comprender lo nocivo que resulta el triunfalismo en una campaña política.

El 28 de mayo se llevaron acabo las elecciones autonómicas y municipales de España. Grande fue la sorpresa cuando se conocieron los resultados, Pues el partido gobernante, el socialista PSOE, sufrió una monumental paliza a manos del PP. Esas elecciones pueden ser consideradas como el renacer de la derecha española.

El Partido Popular venía de un momento muy difícil. Hace menos de dos años, su estructura fundamental sufrió un verdadero sismo que desembocó en la salida, por la puerta de atrás, de Pablo Casado que se desempeñaba como presidente de esa formación. Casado urdió un estúpido complot contra la más influyente dirigente de su partido, la presidenta de la comunidad autónoma de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Invadido seguramente por la envidia y los celos, puso en marcha una campaña de desprestigio contra la señora Díaz Ayuso. El disparo, al decir popular, le salió por la culata.

Lo cierto es que los populares, milagrosa y rápidamente reconstruyeron su partido y llegaron fortalecidos a las autonómicas de mayo, ganando siete de las doce comunidades que estaban en juego. Por su parte, el partido VOX logró un resultado fenomenal en los municipios y se convirtió en un actor clave de la política local española.

La derrota del PSOE fue incontrastable. El presidente de gobierno Pedro Sánchez se vio forzado a disolver la cámara de diputados y el Senado, para despejar el camino de unas nuevas elecciones. El certamen tuvo lugar el 23 de julio pasado.

Desde el mismo instante en que se hizo la convocatoria, el PP empezó a cometer todos los errores políticos posibles, empezando por desatar una guerra estúpida contra su socio natural VOX. Así mismo, y siguiendo los consejos torpes de algunos estrategas políticos, permitió que se extendiera la percepción de triunfalismo, con fundamento en unas encuestas hechizas. 

Las elecciones coincidían con las vacaciones de verano. En vez de movilizar a su base electoral, el PP alimentó la fantasía de que todo estaba servido para obtener 160 o más escaños en la cámara de los diputados, quince por debajo de la mayoría absoluta. 

El presidente del PP, y candidato a jefe de gobierno, hablaba de gobernar en solitario, sin el apoyo de otras fuerzas políticas, mientras continuaba maltratando innecesariamente al partido liderado por Santiago Abascal, VOX.

El resultado desconcertó a la derecha española. Lo cierto es que los electores, seguramente llevados por la emoción de la inminente victoria, se fueron de vacaciones, mientras que Pedro Sánchez, cuya habilidad es innegable, se empleó a fondo en la movilización de las bases socialistas españoles.

A pesar de haber perdido, Sánchez tiene todas las posibilidades de formar un nuevo gobierno, sumando apoyos variopintos. La extrema izquierda, el comunismo, el independentismo, los brazos políticos del terrorismo, y demás estructuras, le darán una posible mayoría para continuar gobernando durante cuatro años. 

Que esa experiencia sea tenida en cuenta por quienes apoyan la candidatura de Javier Milei en Argentina.

Acaban de cumplirse las elecciones PASO -primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias- en las que el pueblo argentino expresó un rotundo rechazo al kirchnerismo, heredero del nefando peronismo.

Milei quedó en el primer lugar con más del 30 % de los votos. El segundo puesto fue para la estructura de Mauricio Macri, que entre sus dos candidatos superan los 6.5 millones de sufragios. En el fondo está el candidato de Cristina Fernández de Kirchner, el ministro de economía Sergio Massa. El descaro del kirchnerismo es tan grande, que se atrevió a presentar al ministro responsable de una inflación de más del 120 %, y que, por ende, ha conducido al empobrecimiento del pueblo argentino.

Faltan más de dos meses para la primera vuelta presidencial en Argentina. Hasta ahora no hay nada ganado. Milei no puede soslayar la perversidad del sector ideológico al que se está enfrentando. Claro que llega con una ventaja innegable, pero que no le vaya a suceder, por confianza, lo mismo que a la derecha española que, a pesar de haber ganado, termino perdiendo.

@IrreverentesCol

Publicado: agosto 16 de 2023