El ilusionista criollo

El ilusionista criollo

Bogotá.- Si hay algo en lo que tiene que ser responsable un gobernante es en no generar demasiadas expectativas e ilusiones a sus gobernados, sobre todo en regiones y sitios apartados en donde las necesidades son grandes.

Lo ocurrido en La Guajira en la visita presidencial es francamente alarmante, de hecho, lo expresó en un Twitter Gustavo Bolívar, su lugarteniente así:

En dos días #PetroEnLaGuajira:

1.      Ordenó construir la Universidad Wayuu

2.      Hospital de Nazaret

3.      Titulará tierras a 6.800 familias

4.      Destinó 8.000 millones para combatir la desnutrición

5.      Pista aérea en el norte del departamento

6.      1.800 millones para reactivar turismo de Salinas

7.      Decretos para priorizar agua potable

8.      Entregó un aula escolar

9.      Planes para potenciar energías limpias.

La pregunta es: ¿Si es tan fácil por qué ningún gobierno lo había hecho antes?

Como podemos ver, se nota que la mayoría de los temas y obras que prometió no tienen ni estudios, ni son planeadas, ni tienen presupuesto, en especial lo de la pista aérea, que tambien habló de un aeropuerto internacional para el fomento del turismo. Un aeropuerto requiere muchísimos recursos, además de estudios de factibilidad entre otros. Ninguna persona más o menos pensante piensa que ese aeropuerto va a ser una realidad.

Es demasiado incoherente cuando además habla de planes para potenciar energías limpias cuando hace pocas semanas por cuenta de los nuevos impuestos que se generaron dieron al traste el proyecto eólico más grande del país en esa región. Mucha incoherencia, poca realidad.

Todo esto me hace recordar de la propuesta en campaña del tren eléctrico entre Buenaventura y Barranquilla que prometió, que obviamente es otra ilusión así el director de Colpensiones en una oportunidad haya dicho que los recursos de los pensionados podrían ser invertidos en ese proyecto.

Cuando existe tanta ligereza en prometer inversiones inverosímiles y al ver la calidad y cualidades de su equipo de trabajo, queda la impresión de que en general falta estudio y planeación en los proyectos que pretende sacar adelante. Es por eso que las reformas que cursan en el Congreso no han tenido la fuerza necesaria para sacarlas adelante. El gobierno ha tenido que repartir mermelada y puestos por doquier para mantenerlas vivas.

Un ejemplo claro de la incoherencia es la reforma tributaria que quitó los beneficios tributarios que tenía el sector turismo cuando al mismo tiempo pretende cambiar los recursos que se reciben del petróleo con turismo, pero tambien llamó al turismo de Cartagena depredador. ¿Al fin qué?

Otro ejemplo es la reforma laboral, primera reforma en la historia de Colombia que no le interesa generar nuevos empleos. Su único objetivo es darle más prebendas a los sindicatos y empleados actuales en detrimento de la generación de nuevos puestos de trabajo. Inclusive estudios hablan de que la reforma acabará con 700.000 empleos existentes.

Por último, habla sin cesar del cambio climático y no existe nadie que más daño le haga al medio ambiente que él y su compañera de fórmula con el manejo indiscriminado de aviones y helicópteros para su uso personal.

En Colombia hay profesionales excelentes y capacitados para sacar adelante buenas políticas públicas. Desafortunadamente no han sido invitados por Petro para trabajar en su gobierno. Si trabajara con personas más idóneas, seguro le iría mejor al supuesto gobierno del cambio.

@SANTAMARIAURIBE

Publicado: julio 3 de 2023