¿Se justifica el Congreso de la República?

Quienes dirigen el país exhiben una tendencia general a no comprometerse, a no correr riesgos (Ver: Constain: Álvaro Gómez Hurtado, Democracia sin partidos, 2019).

El señalamiento de un objetivo debe generar un contrato tácito entre quienes tienen la audacia de mostrar la posibilidad de un logro y el anhelo de sus gentes que andan buscando precisamente eso: que muestren la posibilidad de una acción productiva, la viabilidad de un congreso sintonizado con el sentir popular.

A su vez, el pastor Saade en el programa de Vicky Dávila de la revista Semana, planteó la necesidad de cerrar el Congreso de la República teniendo en cuenta que se encuentra de espaldas al poder popular que eligió al actual presidente Gustavo Petro.

Lo que no comenta el pastor Saade, es que la mitad de la otra Colombia que no eligió al desgobierno petro caos también se encuentra representada en ese mismo congreso.

Bueno, sin el partido conservador claro está.

Diría mi abuela petrona Gómez, mujer de carácter recio y vehemente: De pastores cristianos y arzobispos estilo monseñor Rubiano, líbranos señor de todo mal, amén.

De tal forma que, terminó la segunda legislatura del primer año del desgobierno del petro caos en sus diferentes formas de lucha el cual sigue su curso normal similar al submarino pirata que implosionó buscando el Titanic.

El balance del Congreso de la República se puede resumir en dos actos.

Durante la primera legislatura, cuando existía el adulto mayor el Dr. José Antonio Ocampo y el pacto de gobernabilidad se encontraba aceitado por el inefable Roy Barreras, se podría comentar que había cierto aire de tranquilidad a pesar de la presentación de su nefasta reforma tributaria progresiva que aprobó el mismo congreso que pretender cerrar con vehemencia ahora el pastor Saade.

El segundo acto de la obra, donde se presentó la implosión del congreso en sus diferentes formas de lucha, terminando hundiendo – como el titanic – los principales proyectos de agenda legislativa.

Ahora bien, se presenta una tregua de un mes porque el próximo 20 de julio se abre la tercera legislatura. Veremos con qué discurso para atizar la hoguera, saldrá el señor Petro con su lápiz en la mano derecha y su brazo izquierdo en el atril.

Ya, el ex senador Velasco del partido liberal – en minúscula – quien se oponía radicalmente al incremento progresivo de los precios de la gasolina durante el gobierno Duque; anunció que buscarán nuevos acuerdos con todas las bancadas con el fin que se obtenga un verdadero compromiso con los proyectos que se presente el gobierno Petro.

Ante lo cual, deberíamos preguntarnos: con qué sorpresita nos saldrá el partido conservador – también, en minúscula – alejado del sentir popular, de sus bases como diría el amigo Ciro, del anhelo de sus gentes que desean ver a un partido conservador sin compromiso alguno con este desgobierno amoral y corrupto del petro caos.

¿Se justifica el Congreso de la República como símbolo de la democracia si vimos cómo en las dos legislaturas pasadas los partidos políticos – menos cambio radical y en algunos momentos el centro democrático – perdieron su razón de ser que era la representación de sus bases para limitar los poderes del monarca de turno?

Hablando del CD, mención de honor: a los representantes Andrés Forero, José Jaime Uscátegui y Polo Polo por su valerosa oposición.

Quien, debería cesar las hostilidades debería ser el mismo Petro….

Puntilla: Felicitaciones a los hinchas y directivas de Millonarios, muestra que si se puede montar un proyecto deportivo a largo plazo en Colombia.

Rafael Gómez Martínez

Publicado: junio 27 de 2023