En reciente reportaje publicado en el diario El Tiempo, el presidente del directorio conservador, el senador Efraín Cepeda con toda desfachatez aseguró que la “dignidad está por encima de unos puestos”, en referencia al supuesto distanciamiento entre su colectividad y el gobierno socialcomunista colombiano.
Al inquirírsele por la desconcertante decisión adoptada el año pasado respecto de declarar al partido de Caro y Ospina como parte del gobierno, se salió por la tangente alegando que cuando él fue elegido como cabeza de la colectividad, la determinación ya estaba en firme.
Además, salió con el cuento manido de que la vinculación con el régimen de Petro tenía el propósito de controlar, desde adentro, las reformas retardatarias y neocomunistas que fueron presentadas para deliberación en el Congreso de la República (¡!).
No hay que darle demasiadas vueltas al asunto: los conservadores se aliaron pensando única y exclusivamente en mantener las cuotas burocráticas que desde hace décadas han conquistado en los diferentes gobiernos con los que han colaborado.
Una sucia jugada que se constituye en una deleznable traición a su base social, a sus electores, a quienes ven -o venían- en el partido conservador una institución con vocación para defender los valores de la democracia, de la libertad económica, de la moral, en fin, todo lo que no representa Gustavo Petro.
El otro caso es el del Centro Democrático. El expresidente Uribe rechaza con iracundia cuando se le califica de ser un hombre de derecha, pretendiendo soslayar que buena parte de los preceptos doctrinarios de su partido son, en la práctica, de derecha.
La derecha colombiana es acomplejada y vergonzante. No defiende con ardentía sus principios. Le teme a la crítica y a los señalamientos. No tiene el coraje de enfrentar a los majaderos que, con la astucia que poseen algunos de ellos, la califica de “paramilitar” en aras de minar su moral.
Los pretendidos líderes de la derecha colombiana le temen a la crítica, son contemporizadores, buscan tender puentes con sus rivales, evitando al máximo un bloqueo o “cordón sanitario” por parte de la gran prensa que es mayoritariamente de izquierda.
Algunos, con encendido verbo, expresan que la política implica la dialéctica, razón por la que es importante tender puentes para buscar acuerdos con la izquierda, e invocan “los intereses superiores de la patria”. Paparruchadas. A la izquierda maligna, dañina, corrupta se le enfrenta en democracia, y se le derrota.
El abismo que separa a los partidos de la derecha y a sus electores, es dramático. Increíblemente, y a pesar de los desplantes, de los desaires, de las traiciones, las gentes, con profunda humildad, continúan votando disciplinadamente, quizás con la esperanza de que algún día los elegidos y los directivos cumplan a cabalidad con su deber y respeten el mandato ciudadano.
Este no es asunto de sectarismo, sino de definición. La extrema izquierda colombiana permanecerá en el poder mientras los llamados a enfrentarla continúen navegando en la tibieza.
En la década de los 30 del siglo pasado, el dirigente conservador Silvio Villegas publicó el libro No hay enemigos a la derecha. Es una obra interesante que debe ser leída y entendida en el marco de las circunstancias y del momento histórico en que fue escrita. En el prólogo, Villegas escribió que “lo único que puede confortarnos en la adversidad, y darnos una norma de justicia para la victoria, es la convicción profunda de la verdad de una doctrina”.
La doctrina existe y los principios se mantienen. Millones de ciudadanos los comparten. Tristemente, no hay quién los sepa liderar con el coraje que corresponde.
Publicado: junio 28 de 2023
Centro Democrático es Centro,no derecha.
Olvida el autor mencionar a Salvación Nacional , con verdadero origen conservador y de derecha. La única opción para este sistema actual tan catastrófico.
@lahelenadetroya
UN SABIO REFRÁN DICE QUE LA UNION HACE LA FUERZA Y ES LO QUE DEBEN HACER ALVARO URIBE-GERMAN VARGAS-ANDRES PASTRANA-CESAR GAVIRIA ETC, ETC, PARA SALVAR A COLOMBIA DE LAS GARRAS DEL SOCIALCOMUNISTA PETRISTA E INTERNACIONAL; LA POLÍTICA ES BASURA Y POPULISMO Y LOS QUE ESTÁN EN EL PODER BUSCARÁN EXPRIMIRLA PARA SACAR TAJADA Y GANANCIA EN RIO REVUELTO. LA COALICIÓN CON EL GOBIERNO DE PETRO FUE CON LA INTENCIÓN ANOTADA EN EL ESCRITO Y NADA MAS, DESAFORTUNADAMENTE SE LES CAYO LA CEREZA DEL PASTEL Y QUEDARON VIENDO UN CHISPERO. AMANECERÁ Y VEREMOS Y OJO CON EL 2023