Desde hace más o menos ocho meses las principales monedas latinoamericanas han venido recuperando valor frente al dólar, en su gran mayoría en un fenómeno que ya ha sucedido anteriormente y que no tiene mucho que ver con la percepción de mejora de riesgo, son operaciones oportunísticas que toca aprovechar.
Cuando la inflación sube los bancos centrales para contenerla buscan reducir el dinero circulante en las economías. Una de las maneras de hacerlo es subiendo las tasas de interés. En el caso colombiano pasamos de tasas de alrededor del 3% a tasas del 13%. Los bancos como el Estado tuvieron que aumentar sus tasas de captación para conseguir recursos. Los inversionistas locales buscan tasa real, esto es rentabilidad adicional a la inflación.
A los inversionistas extranjeros que vienen a hacer inversiones de renta fija en pesos buscan es obtener una rentabilidad en dólares mayor a la que consiguen por el mismo riesgo en otras latitudes o en bonos de emisores colombianos en dólares. Para ellos la inflación es irrelevante en esta inversión a menos que implique una movida fuerte en la tasa de cambio.
La rentabilidad en dólares de estos inversionistas es una tasa compuesta entre la rentabilidad en pesos menos la devaluación del peso. Entonces, si el peso en vez de devaluarse se revalúa, su rentabilidad en dólares se aumenta.
Generalmente la devaluación de una moneda y sus futuros dependen del diferencial de tasa de interés. Si la tasa del Banco de la República está a 13,25% y la de la Reserva Federal, al 5,25%, la devaluación del peso frente al dólar debería estar en 7,60%.
Si el Bono del tesoro americano tiene una tasa del 3,70% y el bono colombiano en dólares del 7,50%, el diferencial de tasa es el riesgo país. Es invertir en un activo con menor calificación.
Dado lo anterior el TES en pesos debería estar a una tasa del 7,50%, más la devaluación implícita del 7,60%. Eso sería una tasa del 15,67% cuando en realidad los TES con vencimiento en el 2033 están por los lados del 10,50%. No tendría sentido invertir en pesos a menos que los fondos extranjeros estén pensando que la devaluación del peso va a ser menor al 2,80%.
Como durante este año lo que ha habido ha sido revaluación del peso frente al dólar, la rentabilidad en dólares para estos inversionistas extranjeros ha sido excepcional si asumimos que la tasa de los TES ha permanecido estable y que el dólar empezó el año a 4.750, y que hoy está a 4,150. La rentabilidad en dólares de estos fondos foráneos ha sido de más del 44,5% en términos efectivos anuales.
Como la inflación seguramente seguirá cediendo, las tasas de interés harán lo mismo, entonces la inversión en renta fija seguirá siendo atractiva, los títulos se valorizarán. En cuanto a la tasa de cambio hay deferentes apuestas. Algunos analistas piensan que podría llegar inclusive por debajo de los 4.000 pesos. Otros ya ven el dólar con más cautela.
Esta bajada del dólar durante este semestre no es ningún espaldarazo al gobierno, ni ninguna muestra de confianza adicional, como lo vengo diciendo desde hace rato. Existe una oportunidad de negocio para los inversionistas de portafolio extranjeros en el corto plazo. Estos recursos van y vienen por el mundo buscando oportunidades como esta.
Publicado: junio 26 de 2023