Diez meses

Diez meses

Había prometido que estaría viendo los acontecimientos y callado desde que se inició el gobierno. Recibía un país lleno de problemas saliendo de la pandemia y con unas cifras preocupantes en su desarrollo. Casi cerca de 150 mil fallecidos por COVID 19, infodemia dominando las redes sociales, gastos cercanos a 15 billones y perdida económicas que van del 0.5% y 6,1% del PIB nacional. El nuevo de gobierno necesitaba un tiempo…una pausa para informarse y empezar la ejecución de su plan de desarrollo. No era prudente la mínima distracción con opiniones escritas. Pasé por alto muchos de los sucesos y solo me quedó los 21 millones de pobres que tiene el país.

No hemos completado un año y estos diez meses han estado llenos de incertidumbre, algarabías, derroche y conductas inapropiadas. Empecemos con las travesuras del primogénito (pariente lejano) y del hermano. Platas oscuras que su suponen iban a la campaña presidencial terminan en fondos personales y denuncias muy graves de una de las excónyuges. Pactos de todo tipo: olores, colores y sabores. No ha habido un pronunciamiento oficial sobre estos hechos y la narrativa inagotable del jefe del Estado habla de todo menos de este tema. Y esta moneda lleva sello: el viaje de Francia a África acompañada de su cuota libidinosa. Por cierto: ¿qué hicieron, algún tratado?

Vino la primera crisis ministerial y con razón llego el nuevo rostro al ministerio de Protección Social. Su cara no es nueva pues ha recorrido infinidades de puestos y oficios. Empieza la reforma de salud y este hombre no se ha dado por aludido: el conflicto de interés y el deber moral que cobija a la esposa quien debe renunciar. La reforma sigue machacándose en el congreso -a medias y porrazos- y la señora en su puesto en la superintendencia delegada para prestadores de servicios de salud. Un cargo con tantas responsabilidades y obligaciones ofrecidas durante la campaña es mejor llevarlo a cabo sin los triquitraques de los conflictos de interés que endulzan las hamacas.

Todas las semanas aparece algo nuevo y así empezaron las dos últimas. “Chuzar a la sirvienta” fue un acto hostil y que atenta contra la libertad individual y la dignidad de la persona que presta sus servicios como niñera en casa de Laura Sarabia. Colocarla ante el polígrafo, amenazarla y dibujarle su futuro fue un acto cobarde sin el respaldo institucional que valida un procedimiento judicial como este. Intuyo el asombro, el miedo y las horas de terror que vivió esta señora.

Hace pocos días y por noticias de los medios conocí a Laura Sarabia. Leí con cuidado su entrevista, su proximidad con el presidente y su deseo tardío de ejercer años más tardes similar oficio. Me llamo la atención su juventud y la forma rápida como había escalado las posiciones en el gobierno. Esta en el tapete de la justicia el robo y la precisión de cuánto dinero existía. ¿De dónde vino, porque llego y los argumentos que respaldan su ingreso?

El poder y todos sus caprichos sujetos a los deseos de esta niña: ordenaba seguimiento, manipulaba chuzadas y hablaba al oído del jefe de Gobierno. Recorrer unos años antes y cae en cuenta que solo había tenido un solo maestro, un profesor quien muy rápidamente la paseo por la escuela -negra-de los servicios públicos: nuestro exembajador ante Venezuela. Varios tratados lo cobijan.

Hoy los dos fuera del estado y ojalá, por todos los colombianos, se reinvente pronto el gobierno. No solo lo que votaron por Petro sino los que llenos de espíritu democrático hemos aceptado el veredicto de las urnas. Duele escribirlo: tenemos un daño estructural y todos tenemos el deber de corregirlo.

Diptongo: cifras de desaprobación a Petro y Márquez:59.4% y 59.9% (Invamer)

La adicción enturbia el futuro.

@Rembertoburgose

Publicado: junio 9 de 2023