Vengo hoy agradecido a este recinto por el inmenso honor que el Concejo de Medellín me otorga al entregarme la distinción Don Juan del Corral en grado oro.
Me une a este prócer un solo valor, mi tradición agrícola que fue el inicio de las actividades de mi vida, la muerte temprana de mi padre el Capitán Julián Uribe Gaviria, concejal, gobernador de Antioquia, representante a la Cámara y primer Designado a la Presidencia de la República, me llevaron a la hacienda Gualanday heredada de mi abuelo paterno, el Pensador y General Rafael Uribe Uribe iniciando ahí mi carrera agropecuaria y, así, como a don Juan del Corral se le atribuye la introducción del cacao en Antioquia, al general Uribe se le reconocen sus esfuerzos por la defensa y promoción del cultivo del café y el pasto conocido como Yaraguá Uribe que introdujo del Brasil, antecedentes que dieron origen a mi amor por este sector de la economía.
Mis actividades allí debieron tener algún mérito, pues me llevan en mi temprana juventud a la presidencia del Comité de Cafeteros de Antioquia, a la Gerencia Regional de la Caja de Crédito Agrario y, más tarde, a la Subgerencia de Fomento de esta en Bogotá, dependiendo de mí los departamentos de Fomento, Semillas, Parcelaciones, Distritos de Riego de Coello y Saldaña, Vivienda Rural, el Plan Ganadero del BID, y el de Construcciones.
En un viaje a Surinam en compañía del presidente electo Carlos Lleras Restrepo decide nombrarme en los Comités Operativos de Fomento y Mercadeo Agrícola, que trazarían su programa de gobierno en este campo, y me designa representante de la Caja Agraria en las juntas directivas de los institutos del sector agropecuario.
Estas oportunidades no dejan de tener algo de suerte, en la Caja Agraria el presidente de mi comité fue el expresidente Dr. Mariano Ospina Pérez y, en la junta del Incora, compartía asiento con el Dr. Álvaro Gómez Hurtado y el cura Camilo Torres, grandes aliados los tres de importantes proyectos para el desarrollo del país. El Dr. Gómez y yo lamentamos profundamente la decisión de Camilo de integrarse a la guerrilla.
Pero no es tema de estas palabras explicar aspectos de mi vida o sacar a flote merecimientos que no tengo o merezco. Las circunstancias me llevaron por múltiples caminos y actividades, es verdad, pero las dos que más me orgullecen, son las mencionadas en el sector agropecuario, y mi participación como presidente de la sección de Medellín de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén en la que, a través de su Fundación, montamos un proyecto de actividades diversas en los barrios San José del Pinar y Bello Oriente, la más importante de ellas, una escuela en este último, donde durante años hemos venido atendiendo la alimentación y educación de un promedio de 190 niños menores de cinco años de los cuales unos 30 han sido bebés menores de dos.
De nuevo agradezco al Concejo y la Dr. Julio el inmenso honor que me conceden con esta distinción, será un orgullo para mí y toda mi familia contar con ella.
El Rincón de Dios
“La vida no es fácil, pero hay un motor llamado Corazón, un seguro llamado Fe y un conductor llamado Dios”
Publicado: junio 12 de 2023