Existe una frase en política que, desde que la escuche por primera vez, me ha fascinado. Se trata de un dicho que dice así: “una semana en política es una eternidad”. Por supuesto, como buen dicho, debe tener varias versiones y cada quien la dirá a su manera. De hecho, creo que se le atribuye a Harold Wilson, un político británico del partido laborista.
La frase no se refiere a una visión de país o de políticas públicas de corto plazo, sino a la dinámica natural del día a día de la política, en donde todo puede cambiar en muy poco tiempo.
Cae de perlas, sobre todo para quienes hoy están pensando, calculando y suponiendo escenarios para las elecciones de 2026. Un precoz despropósito que se lee en redes sociales, se comenta en algunos medios y hasta ha dado pie para que algunos políticos anuncien, ¡desde ya!, sus aspiraciones presidenciales.
Cada quién es libre de hacer o pensar lo que quiera pero, en mi opinión, es irresponsable y equivocado entrar en ese juego porque distrae a la opinión de lo verdaderamente importante: Las Elecciones Territoriales.
Lo digo porque en este año se define, dependiendo de los resultados, si Petro comienza su declive político o se oxigena para avanzar en su preocupante agenda socialista con tintes antidemocráticos que nos ha venido anunciado desde campaña y que ha intentado implementar con poco éxito en lo que va de gobierno.
Mejor dicho, se los pongo así: Sí el Pacto Histórico logra quedarse con Bogotá y Medellín y se encima varias gobernaciones estratégicas más unas importantes capitales, apague y vámonos, porque lo más posible es que teniendo la chequera regional junto con el poder territorial podrá aceitar mejor a los congresistas vendidos de los partidos tradicionales logrando consolidar su poder en el congreso para sacar sus nefastas reformas.
En ese escenario, Petro, no solo mejora en lo político, sino que posterior a las elecciones nombrará Fiscal de bolsillo, un esbirro en la Procuraduría y logrará varios cambios en las Cortes cooptandolas casi que por completo para 2025 o antes mejorando también su poder en lo judicial.
Lo anterior, si sucede, es el astro final que debe alinearse para abrir la puerta de la Constituyente usando la excusa de la Paz Total. Peligroso camino que de cierta manera naciones hermanas como Venezuela han recorrido y hoy viven bajo el yugo de un narco dictador, el cual Petro admira.
Por eso, debemos como país buscar la unidad desde la oposición, dejando atrás el factor competitivo que siempre nos divide para pasar a una visión colaborativa que permita llegar a Acuerdos sobre lo Fundamental y así podamos salvar a nuestra amada República del comunismo tropical.
Publicado: mayo 22 de 2023