Desde que estalló el escándalo de Odebrecht y se conocieron las primeras evidencias que apuntaban a que esa empresa efectivamente había irrigado sus dineros sucios a la campaña de Óscar Iván Zuluaga, el excandidato se concentró en negarlo todo, alegando que la totalidad de las facturas del publicista Duda Mendonça fueron sufragadas por él.
En una oportunidad, el presidente Uribe citó a Zuluaga a su casa de Rionegro con el fin de confrontarlo. Circulaba el rumor de que el expresidente de la multinacional, Eleuberto Martorelli, había declarado que, efectivamente, desde la campaña de Zuluaga se les había pedido apoyo para cubrir parte de los honorarios del publicista que, además, había sido contactado gracias a la intermediación de la empresa.
Mirándolo a los ojos, Zuluaga se lo negó todo al presidente Uribe. En esa reunión, que tuvo lugar a comienzos de 2017, Uribe insistió en que se le aclarara el asunto y el excandidato, por primera vez, empezó a descargar cualquier posible responsabilidad en Daniel García Arizabaleta. Una réplica de la fórmula utilizada por Ernesto Samper cuando planteó que Fernando Botero se había robado los dineros que el Cartel de Cali había enviado a su campaña.
El 31 de enero de 2017, ante la avalancha de rumores, Zuluaga emitió un comunicado de prensa en el que -otra vez como Samper- dejó entrever que si Odebrecht hizo pagos relacionados con su campaña, aquello había sido a sus espaldas: “Nuestra campaña no puede hacerse responsable de los acuerdos y pagos que la empresa Odebrecht tuviera con el señor Duda Mendonça al margen de lo convenido con nosotros”, se lee en dicha comparecencia en la que, además, Zuluaga reveló los pagos hechos por él a las cuentas del publicista.
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Zuluaga creyó que Uribe había quedado tranquilo con sus explicaciones a las que les añadió que sus asesores jurídicos estaban trabajando con el propósito de que Mendonça diera una declaración en Brasil con la que se confirmaría su versión de los hechos.
La versión que de los hechos brindó Óscar Iván Zuluaga no dejó tranquilo al jefe del uribismo quien a comienzo de febrero de 2017 le remitió una carta al comité de ética del Centro Democrático solicitando una investigación sobre el proceder del candidato a la presidencia en 2014. En esa comunicación Uribe Vélez dijo: “Sugiero que un elemento fundamental debe ser el reto contundente al señor asesor del Brasil para que se sepa, cuanto antes, porqué no se conoció el pago adicional que habría recibido de Odebrecht por asesoría en publicidad al candidato…”.
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Hasta ese momento, la única información que existía sobre los vínculos de Odebrecht y Zuluaga se limitaba a una publicación en la revista Veja de Brasil en la que se mencionaba tangencialmente ese asunto.
Pero las versiones periodísticas eran reales y tenían sustento en pruebas judiciales y testimonios recaudados por autoridades brasileras y estadounidenses. La noche del 10 de mayo de 2017, LOS IRREVERENTES fue el primer medio que tuvo acceso a la declaración de Martorelli. El ejecutivo brasilero narró con lujo de detalles el pago de $1.6 millones de dólares a Mendonça: “Con relación a la campaña del señor Zuluaga, eso yo puedo también colocar que fueron 1.600.000 dólares que nosotros hemos pagado al publicista Duda Mendonça…”.
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A pesar de la claridad del testimonio de Martorelli, Zuluaga pudo, hasta ahora, salir del problema. En agosto de 2021 murió Mendonça, con lo que el caso quedaba, literalmente enterrado. A los pocos días del fallecimiento del publicista, Zuluaga anunció que buscaría la presidencia de la República, aspiración que tuvo que aplazar en 2018 luego de que el expresidente Uribe se opusiera a su inscripción en la baraja de precandidatos del Centro Democrático de la que surgió el presidente Iván Duque.
Solamente una persona podía revivir el asunto: Daniel García Arizabaleta de cuyo silencio dependía la suerte política y judicial de Óscar Iván Zuluaga y su hijo David.
Existen evidencias de presiones y reuniones en las que Zuluaga o enviados suyos, entre ellos su mujer de confianza Amalia Salgado, presionaron a García para que guardara silencio o para que realizara declaraciones ante notario público jurando que Odebrecht no le había dado un centavo a la campaña de 2014.
García conoce como pocos la baja calidad moral de Zuluaga y seguramente esa es la razón por la que resolvió grabar algunas de los encuentros que sostuvo con él. Quería tener un seguro de vida, el cual le sirvió cuando la fiscalía anunció que lo llevaría ante un juez de la República para que responda por el delito de enriquecimiento ilícito.
Su testimonio, acompañado de los audios, fue suficiente para que la justicia colombiana le otorgara inmunidad total. García salvó su pellejo y dejó a Zuluaga, a su hijo y posiblemente a otras personas del más alto nivel en el uribismo, con un pie en la cárcel.
Publicado: mayo 22 de 2023
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Lo que hay en el fondo de este entramado es la profundidad de la fractura en la cúpula del CD. Los amigos de Duque con el protagonismo de Ernesto Macias atajaron la candidatura de Zuluaga para abrirle el espacio a la aspiracion de Duque. Y recientemente lo volvieron a atajar estando Duque de presidente para abrirle el espacio a Fico. Duque y sus aliados vienen jugando al declive de Uribe aprovechándose del desgaste al que lo han sometido judicialmente para quedarse con el santo y la limosna.