La cuestionada senadora Piedad Córdoba, cuyo entramado criminal está en la mira de la justicia de Colombia y los Estados Unidos, se ha volcado a los medios de comunicación para tratar de defender lo indefendible: los negocios oscuros en los que ella, su hermano el mafioso extraditado Fredy Córdoba y sus hijos están involucrados.
En su línea de defensa, ha optado por minimizar su relación con el testaferro de la dictadura chavista Alex Saab, delincuente extraditado a los Estados Unidos que se enfrenta a una larga pena de prisión.
Abundan las evidencias del maridaje y de la asociación para delinquir entre la Córdoba -conocida en el mundo del narcotráfico y el terrorismo como ‘Teodora Bolívar’- y Saab. La hoy senadora petrista era visitante frecuente del palacete del testaferro en París. Sus salidas de compras, pagadas con la tarjeta de crédito del criminal, están establecidas.
Hay mucho que Córdoba no podrá ocultar: la lujosa camioneta Cadillac Escalade que hoy figura a nombre de una empresa de ella y sus hijos, registrada con el nombre de Golden Palms Investments SAS, vehículo que fue importado a Colombia, precisamente, por un calanchín de Alex Saab.
Saab utilizó ese automotor por unos meses hasta que el mismo le fue traspasado a la empresa de Córdoba Ruiz, empresa cuyo representante legal es el hijo de la senadora Camilo Castro Córdoba y la suplente es su hija Natalia María Castro Córdoba.
Si algo de conciencia tiene la peligrosa parlamentaria, debería arrepentirse por involucrar a sus propios hijos en sus oscuras maniobras comerciales. Tarde o temprano, ella y los suyos terminarán compartiendo la suerte de su hermano Fredy quien muy seguramente recibirá una sentencia superior a los 20 años de prisión por su participación en una estructura dedicada al tráfico de estupefacientes.
Creyendo que ensuciando a otros salvará su pellejo, sindicó al también cuestionado ministro de Transporte Guillermo Reyes de haber sido asesor electoral del chavismo. El funcionario le respondió rápidamente alegando que “nunca he tenido contrato ni vínculo alguno, ni he asesorado al presidente Nicolás Maduro, ni al Gobierno de Venezuela en temas electorales, ni en ningún otro”.
Reyes aclaró que sí participó en misiones electorales internacionales como delegado del consejo nacional electoral, organismo del que él hizo parte en el pasado.
La señora Córdoba Ruiz está en una situación muy delicada de la que no saldrá enlodando a terceros. Lo de Reyes debe ser investigado, pues son muchas las sospechas que pesan sobre ese sujeto que brincó del conservatismo al socialismo sin despeinarse. Pero las acusaciones de Piedad Córdoba no son suficientes para desviar la atención que está y seguirá estando fijada sobre ella y su entorno familiar.
Publicado: marzo 2 de 2023