Se supo desde los tiempos de la campaña que el hermano del hoy presidente de Colombia estaba negociando con el narcotráfico.
En su momento el acuerdo impulsado decididamente por la cuestionada Piedad Córdoba, consistió en que Petro les garantizaba impunidad si ellos ayudaban económicamente a su campaña.
Desde una cama de hospital, buscando producir lástima -logró generar asco-, Juan Fernando Petro trató de bajarle volumen al asunto. Pero la duda quedó en el ambiente.
Una de las primeras designaciones de Petro como presidente electo fue la de Danilo Rueda como alto comisionado de paz. Rueda, un sujeto oscuro que lleva décadas moviéndose en las aguas turbias de la criminalidad con la patente de “defensor de los derechos humanos”, es de la misma escuela de extrema izquierda de Petro y de su hermano Juan Fernando.
Sus visitas a las cárceles durante la campaña fueron, en principio, a los pabellones donde estaban recluidos los políticos condenados por corrupción, como es el caso de Iván Moreno, hermano del exalcalde de Bogotá. Moreno purga una pena de 20 años.
En el detallado informe de la revista Semana sobre la estrategia tramposa de la mafia para recibir beneficios de la llamada ‘paz total’, apareció el nombre de Juan Fernando Petro.
De acuerdo con la investigación de la revista, los narcotraficantes están pagando U$1 millón de dólares para ser incluidos en las listas de miembros armados ilegales con los que el gobierno nacional está dialogando.
La situación es tan delicada que, en la reciente visita del fiscal general de la nación a Washington, ese fue uno de los asuntos que con mayor atención tocó el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
En palabras del fiscal Barbosa, “nunca se había hecho un cese bilateral con organizaciones narcotraficantes, es como hacer un cese con Pablo Escobar o con el cartel de Cali”.
Todo lo que rodea este oscuro episodio es muy delicado, empezando por la presencia del hermano del presidente de Colombia en ese entramado de corrupción.
La crisis no se evacúa con un trino como pretende hacer Gustavo Petro al escribir en su cuenta de Twitter: “Las expectativas de paz que hemos generado son negocio también para avivatos. Nadie puede negociar paz que no sea nuestro comisionado Danilo Rueda. Ni militantes, ni abogados, ni funcionarios, ni familiares míos en cualquier nivel están facultados para negociar la paz”.
Lo cierto es que en los pabellones de extraditables de Colombia hay tranquilidad porque personas cercanas al gobierno, empezando por el hermano del presidente, están comprometidas con salvar a los narcotraficantes de su extradición a los Estados Unidos. Eso es lo que en los recintos administrados por el INPEC llaman ‘paz total’.
Publicado: enero 30 de 2021
Porqué E.U. no deja en claro de una vez su posición de «condescendencia’ por afinidad con el izquierdista Biden, p’ ponerse al frente de una DENUNCIA Y OPOSICION INTERNACIONAL ante un gbno. CORRUPTO y nefasto como es el de un asesino, convicto, ladrón, mentiroso, drogadicto y alcohólico, q’ le está entregando Colombia al Foro de S/p y la agenda mamerta 20/30 de Petro?… Q’ recuerde q’ era la última democracia q’ quedaba de A. Latina!…
Petrobolsa solo hace feliz a su nariz