Gobierno mala paga

Gobierno mala paga

La propuesta de cambiar la deuda de la Nación por acciones climáticas no es otra cosa distinta al inicio del default. Un camino sumamente peligroso que nunca ha recorrido el País, pero que varios mandatarios de izquierda en la región han planteado para liberar caja a corto plazo con efectos nefastos a largo plazo.

Y aunque parecía que el Gobierno había desistido de esta idea, Petro volvió a planteara esta semana en el Foro Económico Mundial en Davos. Quizás el peor escenario posible para desplegar una narrativa que alarma a los acreedores e incrementa la incertidumbre con la cual los mercados perciben a Colombia.

Porque claro, esta romántica idea de incrementar considerablemente los recursos para financiar la transición energética esconde el verdadero propósito de suspender el pago de las acreencias para liberar caja de manera inmediata. Algo que todos los años proponen actores de izquierda en el debate del Presupuesto General de la Nación, pero que traería unas consecuencias nefastas.

De hecho, más se demora el Gobierno en incumplir con el pago de la deuda que el mercado en reaccionar con un hostil incremento en las tasas de interés para compensar el aumento en la valoración del riesgo.

Al fin y al cabo, quién es tan valiente y osado de prestarle recursos a un Gobierno que anuncia públicamente que no quiere pagar sus obligaciones. Es prácticamente un sucidio financiero que solo se asume si se pactan intereses exageradamente altos.

Además, de materializarse esta peligrosa idea, la devaluación del peso se dispararía aún más, dado que el País perdería toda credibilidad ante los acreedores y las posibilidades de atracción de inversión se irían al piso.

Colombia puede que afronte todo tipo de problemas, pero si hay algo que ha hecho bien a lo lagro del tiempo, indepentientemente de la posición ideológica del Gobierno de turno, es cumplir con sus compromisos financieros. A diferencia de Argentina, que ha cesado el pago de su deuda en nueve ocasiones, nosotros nunca hemos recorrido ese camino, lo cual nos ha permitido tener las puertas abiertas a financiación con buenas condiciones de interés.

En últimas, al igual que con otras propuestas de reforma, esta idea terminará desatando una tormenta al interior del gabinete. Por un lado, el Presidente y su Ministra de Ambiente, que no parecen ser conscientes de las implicaciones económicas de sus declaraciones, y, por otro lado, el Ministro de Hacienda que se convirtió en el bombero que apaga los incendios que generan sus colegas.

Lo único cierto es que ante los mercados, al igual que sucede con las personas, ser buena paga es rentable. Lo contrario, ponerse de creativo y suspender las acreencias, solo genera problemas y más problemas a mediano y largo plazo. Algo que el País no se puede dar el lujo de asumir.

@LuisFerCruz12

Publicado: enero 19 de 2023