¡Claro que deben estar angustiados en los cuarteles petristas! El brutal senador Bolívar se obsesionó con hacer una “gran” marcha de apoyo al gobierno cuando se cumplieron los primeros 100 días del régimen.
La idea surgió luego de que se observara una afluencia masiva de personas en las manifestaciones de rechazo a las políticas de Petro. Lo cierto que es que decenas de miles de colombianos, espontáneamente, sin mayor organización, han salido a marchar y a alzar su voz de protesta contra las medidas oficialistas, empezando por la reforma tributaria y por la reforma a la salud con la que se pone en gravísimo riesgo el servicio que reciben 50 millones de ciudadanos.
Bolívar creyó que su vocinglería era suficiente para que el público abarrotara las calles del país lanzando arengas a favor del gobernante socialcomunista de Colombia. No pasó nada de eso. Triste y lánguida resultó la manifestación petrista a pesar de los esfuerzos de algunos fundamentalistas que hacen parte de la bancada mayoritaria para que sus huestes salieran a lanzar vivas a Petro.
Ha sido un gobierno de anuncios, de promesas, de titulares. Las ejecutorias no merecen respaldo, por su impopularidad. La reforma tributaria afecta el bolsillo de los más pobres. Con la inflación sucede lo mismo. Y la devaluación dispara los precios de miles de productos que son importados o que requieren de insumos importados.
¿Qué esperaba Bolívar? ¿Qué millones de personas aplaudieran a rabiar la decisión del gobierno de otorgarle “Perdón Social” al narcotraficante Iván Márquez? ¿Quiere que se ovacionen los faraónicos paseos de Petro y de su esposa al exterior, con comitivas infinitas y gastos ilimitados? ¿O esperaba alborozo y celebraciones por las salidas en falso del grueso de ministros?
Como opositor, Petro convocaba y llenaba las plazas con antisociales. A través de su brazo armado, la banda criminal ‘Primera Línea’, aterrorizaba a la sociedad, bloqueaba calles, incendiaba recintos. Ahora, con el cargo que ocupa es evidente que no va a movilizar a los facinerosos para que actúen en su contra.
Seguramente se volverá a ver a la ‘Primera Línea’ actuando, pero en contra de los opositores. Las calles volverán a colmarse con militantes de extrema izquierda cuando Petro necesite ambientar un estallido social que le permita tomar medidas extremas para aferrarse al poder o, quizás, para convocar a una constituyente que le despeje el terreno para eternizarse en el poder.
Mientras tanto, los intentos del zascandil Gustavo Bolívar de rebosar las ciudades seguirán fracasando.
Publicado: noviembre 18 de 2022
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