El término anarquía está conformado por el prefijo an que significa lo que está desprovisto de principio director y de origen. Esto se traduce por ausencia de: norma, jerarquía, autoridad, gobierno.
Dentro de la doctrina política se interpreta como la ausencia de Estado, teniendo como único fin la generación de un caos social permanente.
En 1872 se convocó el primer movimiento libertario, anarquista, aclamado tras la primera internacional comunista. En este encuentro, se produjo la ruptura doctrinaria entre Michel Bakunin y Carlos Marx.
Las diferencias ideológicas entre Bakunin y Marx fueron marcadas.
Se podría comentar que Marx era clasista mientras que Bakunin fue más radical reivindicando el ateísmo, la abolición de clases, la igualdad de los sexos, la propiedad común de la tierra y de todas las riquezas.
Marx quería utilizar el Estado para alcanzar sus fines, así como las FARC utilizaron al Estado para alcanzar su objetivo; mientras que para Bakunin lo que permitiría el triunfo de la revolución sería la abolición total del Estado.
Si Bakunin viviera estaría complacido con los pro abortistas, equidad de género y demás movimientos anarquistas.
Lo que estamos viviendo en Bogotá y en todo el país bajo el Petro caos y la complicidad del partido conservador no es más que la abolición total del Estado.
La pregunta que debemos hacernos es: ¿Por qué una sociedad, como la nuestra – en este caso Bogotá – abdica en su autonomía espiritual y forma de gobierno para acoplarse, parasitariamente, a otra sociedad que comienza a moldearla y dotarla de unos quehaceres impuestos por la fuerza mediante la anarquía, cada vez más transmitidos por fuerzas externas que propias? (ver: Vargas Llosa, La Agonía de América Latina, 1990).
Yo, Claudia y su foulard de muchos colores es el resultado de más de treinta años de desgobierno donde se ha impulsado la anarquía a tal punto que el profesor Antanas Mockus aprobó el consumo de drogas dentro de las universidades públicas de la ciudad.
En la Universidad Pedagógica, por ejemplo, construyeron un invernadero para sembrar las yerbas aromáticas ancestrales, las cuales son consumidas, sabrosamente, por los estudiantes dentro de las instalaciones de la universidad.
Lo acontecido el pasado viernes 11 de marzo por cuenta de unos anarquistas encapuchados en las mediaciones de la Universidad Pedagógica ante la pasividad de las autoridades quienes no pueden hacer nada por cuenta de la nueva política de la Policía humana del petro caos – y, pensar que la U. Pedagógica fue fundada por el Dr. Laureano Gómez para formar pedagogos – sumado a los grupos feministas pro abortistas no es más que la muestra de una enfermedad llamada anarquía.
Ni hablar de la colatón masiva en Transmilenio, impulsada por el anarquismo en sus diferentes formas de lucha.
Se vienen semanas difíciles para la Bogotá Gótica de Yo Claudia, teniendo en cuenta el incremento del 10.2% del precio de matrículas en las Universidades privadas autorizado por del ministro de Educación Gaviria.
El mismo ministro que dejó quebrado el sector salud bajo su gestión durante los ochos años del gobierno amoral de Juan Manuel Santos. Sumado a la celebración de los primeros 100 días del senador Gustavo Bolívar con sus jovencitos de la primera línea, las nuevas camisas pardas del nazionale petrismo quienes, con toda seguridad, sembrarán el caos, la anarquía y el miedo a los habitantes de a pie.
El desgobierno anárquico de Yo Claudia y su ruana y su foulard de muchos colores en una Bogotá cada vez más Gótica.
Puntilla: De verdad, el metro subterráneo es la solución…
Publicado: noviembre 15 de 2022
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