Todavía me acuerdo de un personaje de telenovelas que repetía insistentemente: «se les dijo y se les advirtió muchas veces». Aunque muchos lo tenían claro, nunca se les pasó por la cabeza que Gustavo Petro iba a ser el presidente de Colombia.
Nadie tiene que sentirse engañado. Todos y cada uno de los discursos, de los debates advirtió lo que iba a hacer. Habló de acabar con la minería, con la exploración de hidrocarburos, con endeudarse para pagar la supuesta deuda ancestral… Muy pocos le creyeron.
El libreto que estamos viendo día a día en Colombia es la repetición de la repetidera. Pasó en Venezuela, pasó en Argentina, está pasando en Chile, y nos está pasando en nuestras narices. Vamos corriendo hacia un gobierno despótico, absolutista, y populista a más no poder. Pensar que es el único gobierno que ha llegado al poder sin una política para generar empleo, simplemente requiere recursos para dar subsidios y así mantener sumisa a la población. Lo dijo muy claro esta semana, lo importante es la igualdad. Lo que no aclaró es que no importa si es por lo bajo, todos pobres.
Cada día que dice o comenta algo por redes sociales el tema se complica. Un día fue el control de capitales, el otro la emisión de deuda para comprar tierras, y seguirán muchos temas más. El dólar que estaba en 3.905 pesos el día de su elección ya superó los 4.800 pesos, una pérdida patrimonial del 23% para todos y todas, para ser políticamente correcto en estos días de inclusividad.
Llevo más de tres meses diciéndole a las personas que me preguntan qué hacer en el tema de inversiones. Les he respondido tajantemente que lo correcto es proteger el patrimonio, y que la manera de hacerlo es llevando todo a dólares, hacerlo legal, con formulario #4 ante el Banco de la República. Soy un convencido de que la devaluación que se viene va a ser brutal. De hecho, no ha sido mayor por la falta de compradores de bienes. Muchas personas y empresas han puesto en venta sus activos sin ningún éxito, los que han logrado vender han tenido que dar descuentos exorbitantes para hacerlo.
Los fondos de capital extranjero tienen a septiembre del 2022 la bobadita de 121 billones de TES denominados en pesos en sus portafolios. Son los mayores tenedores, aunque las tasas de estos están en niveles históricos de altas. Sin duda empezaran a vender y llevarse sus recursos a medida que las condiciones económicas del país se deterioren y la verborrea comunista siga.
Las expectativas económicas para el 2023 son cada día más complejas. Una reforma tributaria alcabalera que atacará frontalmente a nuestra vaca lechera, los hidrocarburos y la minería, un dólar alto que nos mantendrá en inflaciones elevadas, más aun pensando que el aumento del salario mínimo que debería estar cercano al 20%, estaremos más que seguro en recesión. Los analistas más cautos hablan de pérdida de alrededor de 500.000 empleos.
Aunque todavía hay algunos que piensan que se debe dar un compás de espera antes de tomar decisiones, cada vez más piensan que pendejo el último: están comprando dólares y protegiendo su patrimonio en el exterior.
Publicado: octubre 24 de 2022
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