El enemigo es nuestra propia cuestión en figura, de unos ha hecho Dioses, de otros ha hecho hombres y él nos precipita al mismo fin que nosotros a él, Carl Schmitt.
Durante los últimos días de su desgobierno, y, eso que tan solo llevamos dos meses del Petro caos, los colombianos (as) hemos visto cómo el señor Petro ha venido incrementando su tono beligerante, autoritario, al igual a como lo hiciera su mentor Hugo Chávez. Frente al desencanto y angustia generalizada que se comienza a vivir por cuenta de las medidas draconianas que se están implementando, las cuales nos llevarán a la ruina moral, económica, social y política como lo estamos viendo con el Partido Conservador colombiano, el señor presidente de la República, en su afán por culpar a los demás de su propio fracaso, típico de los gobernantes autócratas y déspotas como Hugo Chávez, planteó el concepto de los enemigos internos.
Es necesario remitirse, por lo tanto, a la república de Weimar cuando entró en un callejón sin salida por cuenta de su desgobierno interno.
Se trata, por lo demás, de un periodo convulsionado donde el sistema monetario internacional había colapsado, la inflación se agitaba, miles de personas perdieron sus bienes y posesiones (Ver: Gregorio Sarabia, 2012, Los enemigos internos).
¿No, les parece similar el escenario?
Surgieron teóricos y académicos predominantes, como el abogado y filósofo Carl Schmitt (1881 – 1985) de la Universidad de Bonn, quienes impulsaron la teoría que debería surgir un líder, joven, que renaciera el espíritu alemán de la preguerra con el fin de rejuvenecer a una nación que se había envejecido y se encontraba rezagada en todos sus frentes.
Schmitt fue un severo crítico del régimen liberal de la república de Weimar, al igual que Ingo Müller, quien sostuvo que fueron los juristas del Horror quienes terminaron llevando a Adolfo Hitler al poder teniendo en cuenta las concepciones de la ley que se comenzaban a aplicar como el concepto de la justicia restaurativa – el mismo que desea imponer el ministro de Justicia Osuna -.
Al final, el de Schnitt es un planteamiento banal: O se es amigo o se es enemigo.
En este orden de ideas, el enemigo es la representación de todo aquello que genera conflicto interno en detrimento del mismo régimen preestablecido.
El enemigo político interno será aquel que se opone a un conjunto análogo que es superior a él mismo.
Y, si el enemigo interno se opone, tarde o temprano vendrá lo inevitable, dijo Hugo Chávez.
Petro, al igual que Chávez, esboza la teoría del enemigo interno para justificar, no solo, su incompetencia de su desgobierno, sino para comenzar a perseguir a todo aquel quien se oponga.
Lo inevitable, en el caso del Petro caos será que, tristemente, en los próximos días con las marchas por venir y el desencanto y la angustia general por su desgobierno, tendremos que ver con nuestros propios ojos cómo el régimen autoritario y déspota del petro caos, comenzará a perseguir a todo aquel que se oponga.
Para lo cual utilizará a los jovencitos románticos de la primera línea, las nuevas camisas pardas, a quienes el ministro defensa Velásquez les pagará $800.000/ mensuales.
A los colombianos les quedó gustando el número 8.000.
Y se viene el desangre del salario mínimo.
Adivinen quiénes serán los enemigos internos: los empresarios, obviamente.
Nos faltan todavía 3 años, 19 meses…
Que Dios tenga misericordia de Colombia.
Puntilla: Y, el partido conservador colombiano, ahí. Siendo participe y cómplice, amigo, de la debacle por venir.
Publicado: octubre 18 de 2022
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