A ciencia cierta, no sabría si Gustavo Petro tiene la capacidad intelectual para revivir a Pinochet. Tal vez correspondió a una reacción de sus asesores en la sombra -¿chocolates cubanos?- frente al espontáneo y apabullante triunfo de la sociedad chilena con respecto a la asamblea constituyente y popular que promueve el presidente Boric.
La comprensión de la esencia medular del fenómeno chileno del último cuarto de siglo solo puede ser alcanzada con nitidez si se mantiene un menudo reflector sobre la evocación y evolución de lo que fue el Frente Popular, movimiento político que postula a Salvador Allende para la campaña presidencial de 1968 (Ver: Eudacio Ravines, 1964, Al rescate de Chile).
Para visualizar el contexto en el cual se produce el acenso de Salvador Allende, se debe tener en cuenta que en América Latina suele presentarse el fenómeno del Alzheimer a conveniencia, selectivo; de tal forma que la aventura izquierdista, comunista, socialista, en América Latina estaba en pleno furor.
Allende fue, según Ravines, fruto de los errores políticos cometidos por los sectores democráticos y no por los aciertos de los marxistas chilenos.
Primero, por el camino del ablandamiento psicológico de la mentalidad del pueblo chileno el cual hasta la fecha era un pueblo tradicional, católico.
Segundo, se inculcó el sentimiento de culpa, del complejo de culpa, en toda la sociedad chilena.
Tercero, finalmente, se produjo la capitulación final por desgaste de la derecha chilena quien se puso a las ordenes de la marejada izquierdista que inundó a la región latinoamericana bajo el eufemismo de fomentar la política de los cambios estructurales que necesita la sociedad chilena, – así, se pronunciaba Allende en sus discursos – la estatización de los medios de producción, la reforma agraria estructural y la entrega total de la sociedad en general hacia el estatismo.
¿Les parece similar a lo que estamos viviendo en Colombia?
En pleno siglo XXI, llegamos a la nueva brisita bolivariana – Alzheimer colectivo y a conveniencia – como la llamó el nuevo mejor amigo del hoy embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, Diosdado Cabello, por quien la Interpol tiene una orden de captura valorada en U$ 10.000.000.
Buen negocio, Benedetti.
Estamos viendo cómo, durante el fenómeno del Petro caos, fruto de los errores cometidos ya se comienza a percibir el mismo lenguaje autoritario y radical de Allende o de Chávez, incrementando su tono para generar los conflictos sociales pertinentes ante su incapacidad para gobernar.
Según la concejala de los verdes, Lucía Bastidas Ubate: En tan solo un mes del gobierno del petro caos: 33 masacres, incremento en el precio de la gasolina, importar gas de Venezuela, tomas de tierras, crece la inseguridad ciudadana, Policía y fuerzas militares desmoralizadas
Le recuerdo al Petro caos que fueron los camioneros los primeros en alzarse en contra del gobierno de Allende en contra del alza de los precios de la gasolina.
Mientras tanto: ¿alguien me puede explicar cómo un miembro del directorio del Partido Conservador, amiguis del Petro caos, tiene a su haber 21 denuncias ante la fiscalía, tres procesos penales en su contra en la CSJ, y nadie del directorio conservador dice algo?
¿el 26 de septiembre petro caos abre la frontera venezolana, para contrarrestar la marcha de la oposición?
Y como para qué comentar sobre la filósofa de las minas…
No. No, es que haya revivido Pinochet.
Lo que sucede es que el Petro caos va por el mismo camino de Allende.
Es cuestión de tiempo, como diría el finado Raúl Reyes.
Puntilla: El P.C.C., partido comunista colombiano; debe estar furioso con el P.C.C. C, partido comunista conservador colombiano.
Publicado: septiembre 13 de 2022
5
4.5