Tan evidente es la falta de experiencia y de conocimiento de las materias de muchos miembros del gabinete que el propio presidente del Senado se vio forzado a pedirles que dejen de comportarse como activistas y empiecen a ejercer como ministros.
La referencia tiene muchos destinatarios, pero una en particular: la cantinflesca ministra de minas, la filósofa Irene Vélez quien ha brillado por su absoluta ignorancia de los asuntos que le son propios a la cartera que le fue irresponsablemente entregada por el presidente de la República.
Es importante que lea Gobierno de fanáticos, borrachos e inexpertos
Es evidente que los números no son el fuerte de la funcionaria que, sin sonrojarse, lanza cifras improbables e inverosímiles cuando, con mucho esfuerzo, trata de explicar situaciones.
No es un chiste. Es delicadísimo que una ministra no conozca el monto exacto de un déficit y, sin mayor rigor ni sentido común, asegure que el mismo llega a $10 mil billones de pesos.
Para entender la magnitud de la estupidez de la funcionaria: el presupuesto de Colombia para el año 2022 es de $350 billones. El déficit calculado por la señora Vélez equivaldría al presupuesto de Colombia de 28 años y medio (¡!).
Esa señora debería hacer suya una máxima del político británico del siglo XIX Benjamín Disraeli quien frecuentemente afirmaba que darse cuenta de que se es ignorante es un gran paso hacia el saber.
Alarmante que una ministra de Minas y energía no sepa el monto real del déficit del fondo de estabilización de precios del combustible, el cual es de cerca de $10.5 billones, no de diez mil billones como ella aseguró.
¿Esa falta de rigor se ve reflejada en todos los asuntos del ministerio? No se trata de descalificarla por su formación profesional, ni más faltaba. Pero una persona cuya única experiencia ha sido en las áreas de las humanidades, que no tiene conocimiento alguno del sector minero energético y que la única aproximación al mismo ha sido a través del activismo irresponsable que adelanta el grueso de los seguidores del petrismo, evidentemente no tiene las condiciones mínimas para desempeñar las funciones del cargo que le fue entregado.
Ahora, como bien explicó el exministro de Hacienda José Manuel Restrepo, el gobierno de Duque dejó presupuestado $28.5 billones de pesos para cubrir el déficit de la estabilización del combustible.
Los subsidios son letales. Pero si el gobierno Duque no hubiera ayudado a bajar el precio de los combustibles, la inflación habría sido de 5 puntos adicionales en plena pandemia, con lo que los efectos de la misma habrían sido aun más demoledores.
Mientras la vocinglera y caricaturesca ministra de Minas permanezca en el cargo, la industria seguirá en pánico. Sus errores, que por su magnitud sacan carcajadas, en los miembros del sector hidrocarburos despierta legítima incertidumbre que se traduce en desconfianza inversionista en Colombia.
Publicado: agosto 12 de 2022
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