La incoherencia y la impunidad son el origen de todos los males que gobiernan a Colombia. Álvaro Gómez Hurtado.
Para el caso de Bogotá D.C., sería la incoherencia porque como bien lo comentó el general ® Clavijo: los problemas siguen y algunos de ellos en estado de gravedad (Ver Clavijo: 2016).
Si no es el empleo, es la inseguridad.
Si no es la inseguridad, es la falta de infraestructura básica, elemental.
Si no es la infraestructura, es la salud y si no, la educación.
Con el agravante que durante las últimas semanas hemos visto a ‘Yo, Claudia’ y su foulard de muchos colores, siendo la verdadera Claudia.
Es frustrante ver cómo se encuentra la ciudad capital, Bogotá D.C. desde que los gobiernos sucesivos de izquierda se acentuaron en el Palacio de Liévano luego de la llegada de Lucho Garzón, el alcalde.
Se arrimó Gustavo Petro quien ganó su elección contra Enrique Peñalosa para el periodo 2012 – 2016.
Y comenzó el Cristo a padecer para los bogotanos de a pie, como el suscrito.
Hablando de Cristo: Opain, no se queda atrás con el desmantelamiento del oratorio en el Aeropuerto El Dorado.
Así comenzó la dictadura de Ortega en Nicaragua.
Volviendo a Petro. El 19 de marzo del 2014 el entonces procurador Dr. Alejandro Ordoñez, con una inusual valentía, lo destituyó por 15 años para ejercer cargos públicos por la misma razón que Samuel Moreno: desfalco de dineros, sumado al escándalo de las basuras y sus camiones, doña Juana, motos eléctricas para la policía, contratación pública y demás.
¡15 años! Destituido. Lo que nos hubiéramos ahorrado.
A Petro le restituyen su honor, regresando al Palacio Liévano donde no faltaron, de nuevo, escándalos de contratación.
Nos llegó, por desgracia ‘Yo, Claudia’ para el periodo 2020 – 2023.
Es decir que, en la práctica a Bogotá D.C, por sufrir de Alzheimer selectivo y a conveniencia, la gobiernan gobiernos de izquierda desde hace más tres décadas.
Pareciera que los males que llevamos cargando en la pesada maleta bogotana, por cuenta de nuestro oscuro pasado, salieron a flote gracias a la egolatría de ‘Yo, Claudia’.
Al igual que Petro, ‘Yo, Claudia’ lo único que hizo desde el comienzo de su administración fue generar conflictos.
Si no fue con Peñalosa, fue con Duque, si no con el mindefensa Molano.
O con los dueños de los vehículos.
En lugar de solucionar la ya deteriorada movilidad de la ciudad, en vez de construir ciclovías por los andenes las hizo sobre las vías, generando, aún más, los trancones existentes.
Y el tonito. No es lo que dice sino el tonito, diría Alberto Casas.
Ahora acusa al hoy senador Uribe Turbay quien sostiene que frente a las medidas cautelares del P.O.T, surtió efecto la mermelada de ‘Yo, Claudia’.
Lo que un juez decidió por derecho, otros revocan por interés.
Varios magistrados con familiares en la alcaldía.
Magistrados tenían lista la decisión, ni siquiera hubo deliberación.
¿Qué hubiera dicho la Claudia, senadora?
Y, los medios de comunicación, bien, gracias.
‘Yo, Claudia’ vive desconectada de la realidad de tal forma que la inseguridad rampante comienza a causar estragos.
Mientras parchaba con sus cuates en algún club social de Chapinero a pocas cuadras del lugar de los hechos se presenta una nueva masacre en medio de la oscuridad de la noche.
Así de macabro.
Mientras que el secretario de seguridad Aníbal Fernández entregaba una entrevista a la Fm Radio sobre los indicadores, asaltaron a tres joyerías tradicionales de la carrera sexta con calle 12.
Llevamos tres décadas de gobiernos zurdos y carnívoros en Bogotá D.C.
Qué más podemos esperar.
Puntilla: Viendo el caos y la anarquía en que va cayendo el gobierno de Petro, de verdad: ¿El partido conservador lo apoyará siendo cómplice de todos los males que se vendrán?
Publicado: agosto 30 de 2022
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