La designación de Gloria Inés Ramírez como ministra de Trabajo es una afrenta a las víctimas de las Farc, grupo terrorista con el que esa mujer ha tenido un maridaje inaudito y del que hay suficientes evidencias.
Ramírez, quien desarrolló su carrera como sindicalista de FECODE, es una de las fichas más importante del partido comunista colombiano.
Fue una de las primeras personas vinculadas a la investigación de llamada ‘Farcpolítica’. No obstante el robusto cúmulo de pruebas que la incriminan, la politizada e ideologizada corte suprema colombiana se apresuró a archivar la investigación que adelantó en su contra.
‘Raúl Reyes’ aplaudía las reuniones que sus lugartenientes sostenían con ella y la ponderaba como una mujer perfectamente alineada con los objetivos de la guerrilla.
El 23 de agosto de 2007, el llamado canciller de las Farc ‘Rodrigo Granda’ le informó a ‘Reyes’ que “tuvimos una larga entrevista con Gloria Inés Ramírez, vino en la delegación del Consejo Nacional de Paz, como testigo de los diálogos con los elenos…Ella piensa que estos son espacios que se pueden trabajar para el Intercambio Humanitario y la salida política”.
En esa época las Farc intentaban poner en jaque al Estado colombiano, presionando al gobierno del momento con el fin de que accediera al despeje de dos municipios del Valle del Cauca -Pradera y Florida-. Para el logro de ese propósito las Farc se apoyaron en la actual ministra de Trabajo colombiana. ‘Reyes’ le respondió ese mismo 23 de agosto a ‘Granda’: “Interesante su larga conversación con Gloria Inés Ramírez y que hayan establecido comunicación directa con ella. La compañera es muy buena, bastante comprometida con la lucha y clara de los objetivos de la combinación de todas las formas de lucha”.
Hay evidencias adicionales que dan cuenta de la estrechísima relación de la ministra Ramírez con las Farc. El 8 de mayo de 2004, en plena aplicación de la ‘Política de Seguridad Democrática’, la oficina internacional de las Farc, que operaba en Estocolmo bajo la sombrilla de una estructura llamada “Asociación Jaime Pardo Leal’, convocó a un evento en un parque público de la capital de Suecia.
El acto, que fue eminentemente de propaganda terrorista se denominó “Festival por la Paz de Colombia”; la oradora principal fue nadie menos que la señora Gloria Inés Ramírez.
La ‘Asociación Jaime Pardo Leal’ era, en efecto, la mampara que utilizaban las Farc para hacer “diplomacia” terrorista en Europa, particularmente en los países escandinavos. De esa estructura dependía ANNCOL, oficina de prensa de la guerrilla. A través de esa página, las Farc difundían sus proclamas.
En el computador de ‘Reyes’ se puede comprobar que él era quien manejaba los hilos de ANNCOL. Tomaba las decisiones editoriales y de dirección.
ANNCOL tenía una versión en sueco. El editor era el señor Jens Holm quien fue vicealcalde de Estocolmo y europarlamentario por el partido de izquierda de Suecia. Holm alternó con Gloria Inés Ramírez en la tarima en el evento de mayo de 2004.
El propio Petro, tal y como pudo conocerse con la filtración de los llamados ‘wikileaks’, cuestionó las relaciones de Ramírez con las Farc. Existe un cable de finales de mayo de 2008, remitido por el entonces embajador de los Estados Unidos en Colombia William Brownfield, en el que se resume una conversación en la que el hoy presidente de Colombia reconocía que ella -Ramírez- estaba ligada con la banda terrorista Farc.
Los antecedentes de la ministra de Trabajo son espeluznantes. Era parte fundamental de las Farc. Por supuesto integra el grupo de personas que no se desmovilizaron ni se sometieron a la jurisdicción establecida para investigar los crímenes cometidos por la guerrilla. La impunidad ha sido compañera de viaje de Ramírez. Cuando la corte archivó su proceso, sentó la jurisprudencia en relación con el computador de ‘Reyes’ argumentando reforzadamente que dichos archivos digitales no eran prueba judicial dado que la Fuerza Pública no había respetado la cadena custodia cuando realizó su incautación.
Publicado: agosto 9 de 2022
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